El Presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, el Dr. Miquel Bernardo, ha demandado, durante la última sesión del XVIII Congreso Nacional de Psiquiatría -que se ha celebrado hasta este fin de semana Santiago de Compostela- mayores recursos para el abordaje de la esquizofrenia de los jóvenes, una enfermedad mental muy discapacitante entre la juventud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la esquizofrenia afecta a alrededor de 52 millones de personas en todo el mundo, una cifra de alta prevalencia sobre la que Bernardo, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, ha puesto su acento.
"Se trata de un trastorno mental grave que repercute muy negativamente sobre el entorno del enfermo y la calidad de vida tanto de éste como de sus familiares y allegados, debido al estigma social, el aislamiento y, generalmente, la situación de desempleo, que sufren estos pacientes", ha subrayado el especialista.
Bernardo, que es un investigador principal de la Red de Investigación en Salud Mental (CIBERSAM) y además director de la Unidad de Esquizofrenia del Hospital Clinic de Barcelona, ha destacado que el "abordaje de la esquizofrenia está en una nueva época como claro progreso en sus planteamientos".
En este sentido, ha señalado que "la intervención en la esquizofrenia es hoy más exitosa y se han redefinido los objetivos, se plantean nuevas dianas terapéuticas, se diseñan intervenciones integrales y han aumentado las expectativas y mejorado los resultados".
Aún así el especialista explica que "nos encontramos ante una enfermedad compleja que presenta múltiples retos: la comorbilidad con diferentes patologías médicas y la mortalidad son altas". "El índice de recaídas sigue siendo excesivo. Todo ello, siendo la recuperación posible, obliga a intervenciones precoces e intensivas en particular en sus fases iniciales y primeros episodios psicóticos".
Por todo ello, Bernardo considera que es "necesario y preciso destinar recursos a una patología que siendo de las más discapacitantes, especialmente entre los jóvenes, es abordable y claramente mejorable con el tratamiento apropiado. La evidencia de la efectividad y eficiencia de los nuevos protocolos asistenciales es creciente. Hay una necesidad de destinar más recursos para lograr el progreso asistencial que técnicamente es posible".