La calidad de vida de los niños con cáncer es mayor si inician rehabilitación física en el debut de la enfermedad porque previene el desacondicionamiento físico, anticipa y prepara al paciente a los déficit previstos tras los tratamientos oncológicos como la cirugía, quimioterapia, o radioterapia.
La Dra. Natalia Rodríguez Nieva, del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario San Juan de Dios de Barcelona, ha realizado estas afirmaciones con motivo del Día Mundial del Cáncer, que se celebró el 4 de febrero, para "sensibilizar a la población de la importancia de los tratamientos rehabilitadores desde el debut de la enfermedad".
La mejoría de la supervivencia del cáncer infantil convierte a esta enfermedad en un proceso crónico que lleva a los profesionales a plantear abordajes terapéuticos mucho más extensos con el objetivo último de mejorar la calidad de vida de estos pacientes.
En este sentido, la especialista, miembro de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) explica que la rehabilitación "contribuye a conseguir el máximo rendimiento físico, social, psicológico y el máximo nivel de autonomía de las personas, actuando sobre las limitaciones o secuelas derivadas de la propia enfermedad o su tratamiento".
Sin embargo, señala que "el desconocimiento por parte del equipo de profesionales de esta necesidad de iniciar los tratamientos de rehabilitación desde el diagnóstico, unido a la dificultad de establecer programas de rehabilitación para estos pacientes, limitan la intervención de los equipos de rehabilitación".