Uno de los propósitos más clásicos de año nuevo es empezar a hacer deporte. Por ello, en enero los gimnasios y centros deportivos se llenan de personas con buenas intenciones pero escasa preparación física lo que les hace más propensos a lesiones.
Las lesiones deportivas leves no tienen que suponer un mayor problema siempre y cuando se tomen las medidas necesarias desde el primer momento. De hecho, se estima que el 79,2% de los pacientes que visitan urgencias por una lesión solo necesitan un tratamiento ortopédico que implique inmovilización mediante férula o vendaje.
La termoterapia sirve de gran ayuda en la recuperación del paciente. La aplicación de frío de forma inmediata tras producirse una lesión es muy beneficiosa para minimizar o evitar el edema y sus consecuencias a nivel local y el espasmo muscular y además ayuda a reducir la inflamación. En cuanto a la aplicación de calor, es muy eficiente para el tratamiento de patologías musculares como las lumbalgias, las contracturas, la tortícolis, etc. ya que alivia rápidamente el dolor.