Tras los excesos del verano

La ‘vuelta al cole': un momento clave para recuperar los hábitos de salud bucodental entre los más pequeños

Los odontopediatras recomiendan retomar una dieta equilibrada baja en azúcares y cepillarse los dientes después de cada comida bajo la supervisión de un adulto para evitar problemas como las caries.
Los profesionales recomiendan que los niños se sometan al menos a dos revisiones al año.
Los especialistas aconsejan que se establezca algún sistema que asegure la realización de acciones de higiene dental en los colegios.

El verano no tendría por qué ser un enemigo de la salud bucodental, pero lo cierto es que, con la llegada de septiembre, los odontólogos detectan un mayor descuido del cuidado de la salud bucodental de sus pacientes durante los meses estivales, especialmente entre aquellos de menor edad. Por eso recomiendan aprovechar la vuelta al cole para retomar los hábitos de higiene y paliar pequeños problemas que hayan podido aparecer durante el verano.

A la vuelta de vacaciones, los odontopediatras suelen detectar un incremento de algunas patologías, como aquellas de tipo traumático, que se explican principalmente por un aumento de la actividad física (piscinas, playas, actividades al aire libre…). Sin embargo, Victoria Pérez, odontopediatra de Sanitas Dental, recuerda que el principal problema entre los más pequeños continúa siendo las caries y que el riesgo de que aparezcan aumenta de manera considerable durante el verano. Según el Estudio Sanitas de Salud Bucodental 2014, elaborado por la compañía, el 33% de los participantes aseguraron que sus hijos habían padecido este problema en algún momento a lo largo del año anterior.

"Se trata de una enfermedad multifactorial que depende de varios elementos, como la persona, la dieta o los hábitos higiénicos", explica Victoria Pérez. Y son precisamente la alimentación y las rutinas higiénicas algunos de los aspectos que más se alteran durante el verano. "Normalmente, los padres suelen ser más permisivos y dan más alimentos cariogénicos a los niños, como los refrescos, los helados u otros dulces", señala. Además, en esta época del año muchas de las comidas se realizan fuera de casa y esto dificulta llevar a cabo todos los cepillados necesarios.

Sin embargo, los odontopediatras inciden en que las caries no son un problema de aparición inmediata y destacan el fuerte papel que juega la educación de los niños en su prevención. Por ello, animan a aprovechar la ‘vuelta al cole' para establecer nuevas rutinas de higiene. Los niños deben mantener una dieta equilibrada y baja en azúcares y limpiarse los dientes después de cada comida. Y para ello, la mejor manera es que los padres realicen con sus hijos el cepillado o que, al menos, estén presenten para supervisar que este se hace de forma adecuada.

Victoria Pérez destaca además el papel que juegan los colegios en el aprendizaje y la asimilación de unos hábitos saludables: "Hoy en día, la mayor parte de los niños españoles como en los colegios, pero en más ocasiones de las que sería deseable, no se facilita que los alumnos puedan cepillarse los dientes después de la comida"; un motivo por el que esta odontopediatra aconseja que se establezca algún sistema para asegurar que los colegios llevan a cabo acciones de higiene bucodental.

Dos revisiones al año

Las revisiones odontológicas también juegan un papel fundamental en la prevención de los problemas más frecuentes entre los niños, los cuales, aparte de las caries, incluyen las malas relaciones dentarias u óseas, que pueden estar provocadas por una predisposición genética, un uso prolongado del chupete o la succión del dedo, entre otros.

Victoria Pérez recomienda que los niños se sometan a una revisión al menos dos veces al año. Los primeros días de colegio, cuando la rutina es todavía bastante relajada, pueden ser un buen momento para ello, aunque la odontopedriatra de Sanitas Dental recuerda que esto depende realmente de las necesidades del niño.

Según el Estudio Sanitas de Salud Bucodental 2014, el 90% de los participantes aseguraron que sus hijos acudían al dentista entre una y dos veces al año y situaban en los seis años la primera visita. "Son datos muy positivos, pero si a esa frecuencia les añadimos una serie de cuidados básicos y rutinarios podemos mejorar considerablemente el estado de salud dental de nuestros hijos, algo que que, a su vez, repercutirá muy positivamente sobre su salud en un futuro", apunta la odontopediatra.

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