Lanzan un ‘Manifiesto' por la alimentación saludable ante el problema de salud pública que supone la obesidad

La mala alimentación es un problema de salud pública de primer orden, a la altura del tabaquismo

Apnea del sueño, trastornos de la conducta alimentaria, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, patologías de hígado o de riñón, diabetes y osteoartritis son solo algunas de las consecuencias del sobrepeso y la obesidad: una epidemia silenciosa en el mundo desarrollado. La mala alimentación se ha convertido en un problema actual de salud pública que se ha multiplicado por tres desde el año 1975. Esta epidemia es hoy el principal factor de riesgo de la salud de los españoles, por delante del tabaquismo, y supone el 10% del gasto sanitario del país.

Vivaz, la marca de seguros de salud de Línea Directa Aseguradora S.A., ha elaborado y hecho público el ‘Manifiesto Vivaz, por una alimentación saludable', para lo cual se ha aliado con Juan Revenga, uno de los nutricionistas más reputados de España. "La mala alimentación es un grave problema de salud global. Más de la mitad de la población de España tiene sobrepeso u obesidad, 1 de cada 3 en el caso de los niños, por lo que hemos querido comprometernos con nuestros clientes y con la sociedad para difundir y actuar bajo una serie de principios por la alimentación saludable. Creemos necesario concienciar a la sociedad sobre la importancia de mantener unos hábitos sanos de alimentación a lo largo de toda la vida, sensibilizar sobre la importancia de la buena alimentación para la prevención de enfermedades y desterrar mitos sobre la alimentación ante el auge de las dietas milagro y los bulos en torno a los alimentos", ha comentado David Pérez Renovales, Director General de la compañía.

Según el manifiesto, entre los principales obstáculos para lograr una alimentación saludable se encuentran:

  1. El culto al peso y al concepto "dieta": esta tendencia en el llamado primer mundo suele estar detrás de no pocos trastornos de la conducta alimentaria.
  2. El paradigma "nutrientecentrista": se puede ejercer en dos sentidos. El primero, al argumentar que un producto carece de un ingrediente con mala reputación (azúcar, sal, grasas trans, aceite de palma), y el segundo, al poner en valor nutrientes o ingredientes con buena imagen entre los consumidores (proteínas, vitaminas, minerales). Es habitual que tales alegaciones se presenten en alimentos de escaso, nulo o incluso perjudicial perfil nutricional.
  3. Los ultraprocesados: el 64% de los alimentos más vendidos en supermercados son ultraprocesados, productos típicamente de alta densidad energética, grasas poco saludables y altos en azúcar y sal.
  4. La existencia de mitos y consejos ancestrales contrarios a la ciencia: "Los alimentos con sello ecológico son, por definición, más sanos, seguros y respetuosos con el medioambiente". "Los suplementos alimenticios son beneficiosos en nuestro entorno".
  5. La súper oferta y demanda alimentaria: queremos todo, todo el año, de todas partes del mundo y cada vez más cómodo.

Para Juan Revenga se ha tenido en cuenta que "los factores de riesgo modificables, como una alimentación inadecuada, la falta de actividad física y el tabaquismo, están comúnmente asociadas a las enfermedades no transmisibles, que actualmente causan el 70% de las muertes en todo el mundo".

Con esta iniciativa se ha querido hacer una llamada a la acción y ejercer de motor para que la suma de voluntades individuales haga que las cosas sean de otra manera. Algunos de los consejos para lograr una alimentación adecuada entre la población son:

  • Observar de forma amplia las cuestiones alimentarias teniendo en cuenta no solo los aspectos netamente fisiológicos, sino también los psicológicos, económicos, sociales y medioambientales.
  • Seguir un patrón de alimentación en el que prevalezca el consumo de alimentos de origen vegetal fresco frente a los de origen animal, que además esté en consonancia con los intereses medioambientales.
  • Igualmente adoptar un patrón de alimentación basado en alimentos frescos, sin procesar o mínimamente procesados, privilegiando aquellos que sean propios de cada temporada (en nuestro entorno) y, por tanto, de cercanía.
  • Luchar contra la proliferación de mitos relacionados con la dietética y la nutrición.
  • Poner en valor "la cocina" como eje central a la hora de transmitir unos adecuados hábitos dietéticos.

Además, este manifiesto ha contemplado la necesidad de que las compañías de la industria alimentaria tengan en cuenta las siguientes prácticas:

  • No poner el acento en los nutrientes aislados, sino en los alimentos.
  • No expresar recomendaciones dietéticas según las calorías, gramos ni en las raciones recomendadas, sino en base a la calidad nutricional y la importancia relativa de cada grupo alimentario.
  • No apelar al peso y la estética como motores de los cambios dietéticos.
  • No impulsar la realización de dietas.
  • Evitar recomendaciones complacientes y vacías de contenido.

Consejos por una alimentación saludable

Así mismo se han incluido las siguientes recomendaciones básicas para lograr una alimentación saludable, entre las que destacan:

  • Incluir, como mínimo, 5 raciones de alimentos vegetales al día (entre frutas, verduras y hortalizas).
  • Cocinar lo que comes.
  • Comer de forma consciente.
  • Beber agua cuando tengas sed.
  • Huir de los ultraprocesados.
  • Acudir más al mercado y no solo al supermercado.
  • Olvidarse de "la pirámide de los alimentos" y usar guías de alimentación más actuales y válidas.
  • Tomar como objetivo ganar (buenos) hábitos y no centrarse en "perder kilos".

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