Según el Registro Europeo de la European Society of Cardiology (ESC), la primera causa de mortalidad durante el embarazo y el parto se debe a una patología cardiaca. Hoy en día, entre el 0,2 % y el 4 % de todos los embarazos en los países desarrollados se complican por la enfermedad cardiovascular y el número de pacientes que sufren problemas cardiacos durante la gestación aumenta.
Durante el embarazo hay que vigilar de forma periódica la tensión arterial
Según los expertos, la mujer con cardiopatía congénita o adquirida que se queda embarazada puede sufrir complicaciones durante la gestación, el parto y el puerperio, como consecuencia de los cambios que se producen sobre su sistema cardiovascular.
Otro tipo de problemática es la mujer embarazada sin cardiopatía, pero que presenta una patología cardiovascular durante el embarazo, parto o puerperio. En ambos casos, la edad cada vez más avanzada de las mujeres embarazadas se convierte en un factor de riesgo que se añade y complica los casos mencionados.
Durante el embarazo, el corazón de la madre debe realizar el doble de esfuerzo debido a los cambios fisiológicos propios del cuerpo de la mujer, y a los que el sistema cardiovascular debe adaptarse.
Para evitar complicaciones, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) recomienda a las mujeres embarazadas, y especialmente a las que ya presentan cardiopatías, vigilar de forma periódica la tensión arterial, seguir una dieta baja en sal, dejar de fumar y tratar de llevar una vida lo más saludable posible.