En las últimas décadas, y en paralelo a una creciente liberación sexual libre de prejuicios, se ha trabajado mucho en una educación preventiva para poder disfrutar libremente del sexo sin consecuencias negativas para nuestra salud. Pero los últimos datos al respecto indican que algo está fallando, ya que solo en los últimos 5 años las infecciones de trasmisión sexual (ITS) han aumentado en un 84% a pesar de toda la información que recibimos por diferentes vías o podemos consultar a través de diferentes fuentes.
Cegedim Health Data España, experta en Real World Data y Real World Evidence para la detección de patrones sociosanitarios, confirma con su base de datos anonimizados esta realidad. Comparando cifras sobre nuevos diagnósticos desde 2016 al 2021 en las principales ITS, sitúa al VIH, la clamidia y las infecciones gonocócicas como las que más crecimiento han experimentado. En concreto, el VIH aumentó un 343%, la clamidia un 140%, las infecciones gonocócicas un 71%, el herpes genital un 59%, el VPH un 45% y la sífilis un 43%. De las infecciones por trasmisión sexual analizadas, las únicas que presentaron un descenso en diagnósticos en el periodo analizado son las hepatitis B, C y D, un 19% exactamente.
Entrando más en detalle, la media de edad se sitúa en los 47 años y solo en este periodo analizado, las ITS han aumentado más entre hombres, casi duplicando a los diagnósticos entre mujeres. En concreto, los hombres representaron el 65% del total, mientras que el dato en mujeres disminuye hasta un 35%.
"Estas cifras constatan la necesidad de seguir impactando desde edades tempranas y a lo largo de nuestra vida sexual con campañas educativas que aboguen por la prevención de estas infecciones y enfermedades. En la era de la sobreinformación, resulta alarmante el incremento de estos diagnósticos en infecciones de carácter sexual, cuando muchas de ellas son prevenibles con acciones tan sencillas como el uso del preservativo o conocer las prácticas de riesgo para reducir al máximo esa posibilidad", comenta Carlos Iglesias, director médico de la mencionada compañía.
Cómo han evolucionado los diagnósticos según tipo de ITS
Analizando los últimos cinco años las cifras obtenidas a través de la base de datos, del total de los diagnósticos de ITS, el VIH representaba un 42%, las hepatitis B, C y D un 26%, el herpes genital un 14,5%, la sífilis un 8%, las enfermedades gonocócicas representaban un 4,5%, el VPH un 2,5% y la clamidia un 2,5%.
Respecto a la media de edad de diagnóstico, encontramos diferencias significativas entre ITS. De menor a mayor, la clamidia se sitúa en una edad media de 32 años, seguida por el VPH y las enfermedades gonocócicas con una media de 36 y 37 años respectivamente o el herpes genital en 38 años. Ya en la cuarentena, es más frecuente la aparición de sífilis (45 años) o VIH (48 años). Finalmente, el diagnóstico del grupo de hepatitis B, C y D suele darse en torno a los 54 años.
Si hablamos de sexos, se da una gran diferencia de diagnósticos dependiendo de qué ITS estemos hablando. El VPH (85%), herpes genital (63%) o clamidia (59%) es más detectado en ellas, mientras que la sífilis (80%), el VIH (76%), las infecciones gonocócicas (72%) o las hepatitis B, C y D (62%) son más frecuentes en el género masculino.
En resumen, llama la atención un pico de contagios en una de las ITS en las que más se ha trabajado en los últimos años a nivel preventivo, el VIH. Aunque también hay que destacar que se ha avanzado mucho gracias a campañas de detección. Por otro lado, si atendemos a la edad resulta llamativo que la media se sitúe en 47 años, lo que evidencia que las generaciones que no recibieron una educación sexual adecuada están sufriendo ahora las consecuencias de ello. Y es que al igual que nuestra sexualidad evoluciona a lo largo de la vida, así lo hacen nuestras prácticas. Por otro lado, respecto a la diferencia entre sexos, se observan ITS que tradicionalmente por prevalencia o hábitos sexuales han estado ligadas a diferentes géneros.
"Revisando estos datos, queda patente que aún queda mucho por hacer en materia de educación sexual. Además, debemos mirar más allá, ya que muchas de estas infecciones conllevan una serie de comorbilidades y consecuencias que impactan directamente en la salud de las personas y, en consecuencia, en el sistema sanitario. La prevención es clave en este aspecto y debemos reforzarla tanto en centros educativos como en el ámbito sanitario a través de campañas con mensajes que lleguen a la población de una manera didáctica, clara y directa", concluye el Dr. Iglesias.