Según un estudio publicado en la revista Journal of Clinical Investigation, la excesiva protección frente a los microorganismos en la infancia aumenta el riesgo de asma. El número de personas con asma ha aumentado de forma destacable en las pasadas décadas y se ha sugerido que esto se debe a una menor exposición en la infancia a los microorganismos.
Los investigadores han encontrado evidencias en ratones que apoyan esta teoría y han identificado un mecanismo subyacente para explicar esta protección, algo que esperan que ayude a desarrollar vías para prevenir el asma.
En este estudio, la infección de ratones lactantes con el virus de la gripe A protegió a los animales cuando fueron adultos frente a un modelo de asma. La protección se asoció con la expansión de un subconjunto de células inmunes conocidas como células NKT.
Los autores de este estudio sugieren que el tratamiento de niños con las terapias que activan la población celular de NKT podrían prevenir el desarrollo de asma en los menores.
El asma es una enfermedad crónica inflamatoria del sistema respiratorio caracterizada por diversos síntomas como dificultad para pasar aire y obstrucción de las vías respiratorias. Por lo general las crisis se producen en respuesta a uno o varios factores, como la exposición medioambiental, esfuerzo excesivo o estrés emocional. Se calcula que unos 300 millones de personas padecen la enfermedad en todo el mundo y unas 250.000 personas mueren cada año a causa de ella.