Mañana, 10 de marzo, se celebra, un año más, el Día Mundial del Riñón. Esta iniciativa de la Sociedad Internacional de Nefrología y la Federación Internacional de Fundaciones Renales tiene como objetivo concienciar a la sociedad en general de la importancia de cuidar la salud de nuestros riñones.
Este año, la campaña se centra en los más pequeños de la casa y alerta de la necesidad de actuar a tiempo para prevenir la enfermedad renal en la infancia y conseguir adultos sanos. El lema de este año es concretamente ¡ACTUAR PRECOZMENTE PARA PREVENIRLA!
Los últimos análisis de la población mundial arrojan datos preocupantes al señalar que la enfermedad renal aumentará a un 17% en los próximos 10 años. Motivo éste por el que ha sido reconocido por la OMS como un problema de salud pública. Actualmente un 10% de la población mundial sufre algún tipo de enfermedad renal, con mayor incidencia en la edad adulta-anciana, pero también presente en niños y adolescentes.
La doctora Nélida García Pérez, nefróloga infantil del cuadro profesional de IMQ, explica el alcance de estas enfermedades en edad temprana: "Las malformaciones congénitas del riñón y vía urinaria ocurren en 1 de cada 500 recién nacidos. Hasta un 7% de los niños van a presentar una infección urinaria durante su infancia y aproximadamente un 25% de ellos tiene asociado reflujo vesicoureteral".
Obesidad, diabetes e hipertensión
La población infantil cada vez tiene más riesgo cardiovascular. Problema éste que puede derivar en el desarrollo de una insuficiencia renal. Los factores que están haciendo que nuestros menores presenten problemas cardiovasculares que hasta ahora eran propios de adultos son la obesidad, la diabetes infantil y la hipertensión arterial. Todos estos factores están ocasionados por dietas hipercalóricas poco saludables, poco ejercicio físico, exceso de sal en las comidas, bebidas azucaradas, bollería industrial, picoteo continuo…
Estos factores de riesgo, que cobran mayor relevancia en niños prematuros, son prevenibles. Con la celebración de este día se pretende resaltar la importancia de la diabetes e hipertensión arterial como factores de riesgo de daño renal, pero también fomentar hábitos de vida saludable para la prevención de la enfermedad y sensibilizar a los profesionales y autoridades sanitarias alentándoles a tomar medidas para la prevención, diagnóstico precoz y tratamiento.
La Dra. Nélida García Pérez de IMQ enumera las enfermedades renales más frecuentes en la infancia, "las más comunes a esa edad son las anomalías estructurales de la vía urinaria y del riñón, las infecciones urinarias y las nefropatías cicatriciales. En los países nefrológicamente avanzados la nefropatía cicatricial ha mejorado sustancialmente gracias a protocolos diagnósticos y terapéuticos aplicados en edades tempranas (incluso prenatalmente) para prevenir el daño renal producido por la presión, el reflujo y la infección urinaria. Es importante recordar que la Nefropatía cicatricial aumenta el riesgo de enfermedad renal crónica en el adulto".
Signos de alarma
El 50% de las enfermedades renales en la infancia suele estar presente en el momento del nacimiento y puede ser diagnosticado prenatalmente. La infección urinaria en la infancia precoz puede ser el primer signo de alarma de una enfermedad renal subyacente y con frecuencia cursa de forma silente.
La Dra. García Pérez recuerda que muchas de estas enfermedades son evitables y da consejos sobre cómo prevenirlas o mejorarlas. "La dieta saludable y ejercicio físico evitando el exceso de sal, azúcar, grasas saturadas y aumentando el consumo de frutas y verduras, así como una ingesta adecuada de agua, previenen el desarrollo de enfermedades cómo obesidad, diabetes e hipertensión que en la edad adulta favorecen el desarrollo de enfermedad cardiovascular y renal crónica. En aquellos niños que presenten una enfermedad renal crónica, el control de la hipertensión, anemia, la dieta y una vida saludable contribuyen a enlentecer la progresión de la enfermedad y en muchas ocasiones llegar a adultos con una buena calidad de vida."
Nuestro país, junto a los escandinavos, tiene la tasa más alta de trasplante renal infantil y la mayor parte de la población que necesita terapia de reemplazo renal lo hace con trasplante renal, siendo la diálisis en general un tratamiento minoritario en comparación con otros países de nuestro entorno. Un trasplante preventivo de donante vivo o de cadáver previene el paso por diálisis y las complicaciones asociadas a la técnica.
Aun así, la doctora de IMQ remarca que "es importante desde la infancia evitar el uso de fármacos u otras sustancias con potencial nefrotoxicidad, sobre todo en aquellas poblaciones más susceptibles; niños prematuros, enfermos renales, hepáticos o situaciones de deshidratación, en las que estos fármacos aumentan su potencial tóxico".
Con el objetivo de visibilizar la enfermedad renal, facilitar unas sencillas pautas para su prevención y fomentar la donación de órganos, se realizan cientos de actos en todo el mundo. En Bilbao, desde la Federación Nacional ALCER tienen preparada información para repartir en colegios, hospitales y centros de salud de atención primaria y diversas actividades de diferente índole para mañana, jueves.
IMQ proporciona asistencia a niños con patología nefrourológica diversa, sobre todo uropatías, reflujo vesicoureteral, infecciones urinarias, litiasis renal y enfermedades renales hereditarias. Se ofrecen opciones terapéuticas encaminadas a evitar o prevenir complicaciones a largo plazo. Y lo más importante en la asistencia en estos niños es la educación sanitaria: dieta saludable, ejercicio físico, control de la tensión arterial y del peso, evitar nefrotóxicos, ingesta adecuada de líquidos, educación miccional adecuada…