Según un estudio publicado en Frontiers in Psychiatry, las personas que son más impulsivas experimentan los antojos más intensos en respuesta a imágenes relacionadas con el tabaco y presentan una reducción de la actividad en la corteza cingulada posterior del cerebro.
Adicciones
El estudio revela que una menor actividad en esta región del cerebro dificulta que las personas más impulsivas puedan controlar sus necesidades de fumar y consumir otro tipo de drogas.
Según los investigadores, la impulsividad juega, por tanto, un papel fundamental en la adicción a las drogas. Además, la impulsividad está muy vinculada con el tabaquismo, en concreto, con un inicio precoz del hábito tabáquico y frecuentes recaídas a la hora de dejar de fumar.
El tabaquismo es una enfermedad crónica, provocada principalmente por la adicción a uno de sus componentes activos, la nicotina. El hábito tabáquico afecta de forma importante a la salud del paciente. De hecho, el tabaco es responsable de la mayor parte de casos de cáncer de pulmón y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y supone un riesgo para la aparición de otras patologías como las enfermedades cardiovasculares y otros tipos de cáncer.