Las posibilidades de padecer cáncer de mama aumentan a medida que avanza la edad. Este es uno de los factores de riesgo enumerados por el Dr. José María Román Santamaría, jefe de la Unidad de Mama del Hospital USP San Camilo de Madrid, quien asegura que la mayoría de los casos aparecen en mujeres de más de 50 años y recomienda realizarse una mamografía.
La mamografía es una prueba sencilla y no dolorosa, que no requiere preparación por parte del paciente. "Mediante un diagnóstico precoz se pueden detectar los tumores mucho antes de que den síntomas, lo que facilitará el tratamiento posterior. La mamografía es en prueba muy poco agresiva y cuyo beneficio supera con creces los mínimos riesgos que comporta", asegura Román Santamaría.
La detección temprana acompañada de un tratamiento adecuado ha permitido que durante los últimos años la tasa de mortalidad por cáncer de mama se vea reducida a un ritmo del 1 al 2% anual en muchos países, mejorando la calidad de vida de los pacientes tanto con su enfermedad localizada como con estadios más avanzados. El especialista recuerda que "la autoexploración en ningún caso sustituye a una mamografía, ya que solo esta técnica permite detectar las lesiones de mama hasta dos años antes de que se hagan palpables".
La aparición del cáncer de mama no es evitable, por lo tanto un diagnóstico precoz se hace fundamental. Si se diagnostica el cáncer en las fases más tempranas se hace posible la realización de tratamientos menos agresivos y que dejan menos secuelas en los pacientes.
Según recomienda el Dr. Román, "las mujeres mayores de 40 años siempre deberían realizarse una mamografía cada uno o dos años". En caso de que tras la mamografía se detecte una lesión sospechosa, se requerirá de una biopsia para confirmar el diagnóstico.
Si se confirma que el paciente padece cáncer, deberá ser operado para extirpar el tumor mediante la mastectomía, que se puede realizar de diferentes maneras dependiendo de cada caso en concreto. Después de que el paciente sea sometido a cirugía, el cáncer de mama se sigue controlando mediante el uso de tratamientos específicos como la radioterapia, quimioterapia y hormonoterapia, de forma que se pueda garantizar la recuperación.
El cáncer de mama constituye el tumor más frecuente en las mujeres y el que mayor número de muertes produce en España. Supone casi el 20% de las muertes por cáncer en la población femenina, convirtiéndose así en un grave problema de salud pública. Se estima que en España afectará a más del 10% de las mujeres a lo largo de su vida; el diagnóstico es de 20.000 casos anuales.