A partir de hoy se comercializa un filtro especial (Reticare®) para las pantallas de smartphones y tablets que permitirá proteger a sus usuarios del daño que la exposición prolongada a la iluminación LED propia de estas pantallas puede causar a medio o largo plazo, dependiendo de la intensidad y el tiempo de uso. El filtro ha sido desarrollado tras 12 años de investigación sobre los efectos nocivos de la luz blanca y azul en los ojos, dirigida por la doctora Celia Sánchez-Ramos en la Universidad Complutense de Madrid.
Doce años de investigación, en la que han participado un centenar de investigadores y 15 instituciones científicas han demostrado cómo la exposición de los ojos a la luz violeta, azul y blanca los daña progresivamente de forma irreversible. "Los niños y los jóvenes son más vulnerables", advierte la doctora Celia Sánchez-Ramos, que ha dirigido la investigación en la Universidad Complutense de Madrid, "pues no cuentan con la protección natural que los ojos desarrollan con la edad que hace que el cristalino adquiera una coloración ligeramente amarilla".
Hasta no hace mucho, la luz tóxica, como la han denominado los expertos, procedía de las 6.000 horas anuales de exposición a luz solar y a la artificial, que trata de imitar a la anterior. El espectro de luz más próximo al ultravioleta produce daños progresivos en la córnea, el cristalino y finalmente en la retina y de forma más específica en la mácula. poco a poco esta luz va matando las células de estos tejidos, con el agravante de que éstas no pueden reproducirse, por lo que la lesión es irreversible. En última instancia, sin la debida protección el exceso de exposición y sus efectos acumulativos pueden causar la degeneración macular. El daño dependerá siempre del tiempo de exposición y la distancia a la que se mira este tipo de luz.
Atención a luz LED
La iluminación LED, tras incorporar el azul a su gama cromática en 1995 y facilitar el desarrollo de smartphones, tablets, videoconsolas y ordenadores de pantalla ultraplana ha agravado el problema, al emitir precisamente luz blanca, con una alta concentración de azul. Las bombillas LED que ahora se empiezan a comercializar para su uso en el hogar, lo harán más aún.
"No hay que mirar a la luz, sino ver con la luz", ha explicado la doctora Sánchez-Ramos, al tiempo que se preguntaba: "¿Cuánto tiempo niños y jóvenes pasan mirando directamente a las pantallas de estos dispositivos electrónicos? El tiempo y la distancia a la que lo hacen son claves y estos aparatos exigen la cercanía".
"Es probable, que los niños y los jóvenes que tanto utilizan estas tecnologías lleguen a desarrollar problemas de retina de forma prematura, si no se protegen adecuadamente,", ha advertido el doctor Félix Armadá, retinólogo del Hospital La Paz de Madrid
Filtros protectores
El último estudio de la investigación, publicado este mismo año en una revista especializada ha permitido demostrar que la interposición de un filtro específico entre la luz azul -la más nociva de todo el espectro- y las células epiteliales del pigmento retiniano evita la muerte de aproximadamente el 90% de estas células que, sin embargo, sí mueren si se exponen directamente a este tipo de luz.
La consecuencia inmediata de este hallazgo ha sido el desarrollo de un filtro especial específico para smartphones y tablets que protege a los usuarios de la luz azul emitida por la iluminación LED de sus pantallas. Una patente española, fruto de una investigación española, que ha sido posible gracias a la colaboración de la Universidad Complutense de Madrid y la empresa TSR (Tecnología Sostenible y Responsable). Se trata de un filtro protector similar al que ahora se utiliza para proteger las pantallas, pero que tiene una coloración ligeramente amarillenta que filtra la luz azul. Esta coloración es la misma que la que, de forma natural, el ojo humano desarrolla con la edad para protegerse de la luz tóxica.
Este filtro, comercializado con la marca Reticare® ya se puede adquirir en Internet en www.reticare.com y esta misma semana podrá adquirirse en comercios de España y otros países. Es el primer producto de este tipo que se comercializa en el mundo y al que con toda seguridad seguirán otros para colocar en el interior de las bombillas LED o en cualquier aparato o dispositivo que utilice este tipo de iluminación.