Desde el mes de diciembre, es posible simplificar el tratamiento de tres cánceres de la sangre, gracias a la llegada del comprimido único de Imbruvica® a España, indicado para la leucemia linfocítica crónica (LLC), el linfoma de células del manto (LCM) y la macroglobulinemia de Waldenström (MW). Esta terapia de la compañía farmacéutica Janssen simplifica el tratamiento de tres o cuatro cápsulas al día a un único comprimido facilitando el tratamiento en todos los pacientes, especialmente en los polimedicados.
"La facilidad de administración del medicamento y el número de tomas son dos aspectos importantes para asegurar la adherencia del paciente al tratamiento farmacológico. Cuanto más compleja sea la toma de la medicación, menor será la adherencia y esto se refiere tanto al número de comprimidos como al tamaño de los mismos", indica la Dra. Beatriz Bernárdez, farmacéutica hospitalaria del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela y el Grupo de Trabajo de Adherencia de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria.
Además, hay que tener en cuenta que la disminución de la frecuencia de la dosis en pacientes con enfermedades crónicas aumenta hasta en un 13% y un 26% la adherencia al mismo, en comparación con pautas cada dos o tres veces al día. De esta forma, la facilidad de los pacientes para seguir correctamente el tratamiento con este nuevo comprimido único sería mayor en terapias con una pauta diaria, en comparación con aquellas en las que se toman dos o tres comprimidos al día.
Por su parte, el Dr. Ramón García Sanz, presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y jefe de Unidad del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario de Salamanca destaca que lo esencial para que en Europa se aprobase en 2016 "fue la combinación de eficacia y seguridad: un nuevo mecanismo de acción con gran eficacia en pacientes resistentes o con anomalías de mal pronóstico (supervivencia global a 5 años del 83% en LLC y 87% en MW, y en LCM resistente del 41%). Todo ello con una toxicidad mínima y muy manejable. Esto, combinado con una posología oral no hace sino poner en primer plano de atención a los iBTK (inhibidores de la tirosina quinasa de Bruton) para el tratamiento de estos pacientes".
Beneficios de un único comprimido
Este nuevo comprimido reduce la toma de medicación diaria a un único comprimido. Los pacientes con LLC y MW que se tomaban tres cápsulas al día de 140 mg cada una, y los pacientes con LCM que tomaban cuatro cápsulas diarias, ahora tendrán que tomar un único comprimido. Esto supone una ventaja clara para el paciente al simplificar el tratamiento.
Otra de las ventajas de este nuevo formato reside en que, aunque las dosis recomendadas del tratamiento puedan variar, siempre será una sola toma al día de una única pastilla, independientemente de la indicación. Tanto en pacientes con leucemia linfocítica crónica (LLC), como en pacientes con macroglobulinemia de Waldenström (MW), la dosis recomendada es de 420 mg diarios. Y, en el caso de pacientes con linfoma de células del manto (LCM), la dosis diaria habitual es de 560 mg. Aun así, la dosis del tratamiento puede variar, por eso, este nuevo comprimido está disponible en cuatro dosis distintas: en 140 mg, 280 mg y 420 mg para el tratamiento de LLC y MW, mientras que para el tratamiento de LCM cuenta con estas tres dosis y una más de 560 mg.
Por otro lado, cada comprimido se ha diseñado con un menor tamaño para buscar la comodidad del paciente hematológico y con un formato visual de códigos, grabados, formas y colores diferentes para cada comprimido que facilitan la identificación del tratamiento a seguir en función de la dosis. Además, el nuevo formato blíster permite hacer un seguimiento diario de la toma de la medicación, lo que facilita que el paciente siga la pauta de su tratamiento.
"La falta de la adherencia en los tratamientos crónicos es un problema universal y real que afecta a la efectividad de estos y se traduce en unos resultados peores en salud con un impacto negativo en el gasto sanitario", declara la Dra. Bernárdez. "La causa más común de falta de adherencia, de manera no voluntaria, es el olvido de la toma. De ahí que, cuantas menos tomas o comprimidos sean necesarias, la adherencia mejora".