Los barotraumas de oído medio son las afecciones más frecuentes en buceo y aviación

En el medio acuático es en el que se producen los mayores cambios de presión
Se trata de lesiones producidas por las variaciones volumétricas del contenido gaseoso del oído
El tratamiento a seguir dependerá de la gravedad de la lesión. El caso más extremo implica la rotura de la membrana timpánica

El ser humano ha evolucionado para desenvolverse a una determinada presión atmosférica. Cuando se producen variaciones sobre dicha presión "determinadas partes de nuestro organismo que tienen contenido gaseoso pueden verse afectadas por las variaciones volumétricas de dichos gases". Así lo afirma el Dr. Bartolomé Scola, director de la Unidad de la Voz y Otorrinolaringología de Vithas Internacional.

Como señala el especialista, las principales actividades que pueden ocasionar barotraumas son el buceo, en todas sus facetas, el paracaidismo, la aviación, la utilización de explosivos y todas aquellas circunstancias en las que aparezca un cambio relativamente brusco o suficientemente rápido de la presión ambiental.

En el caso del buceo y la aviación, los barotraumas de oído medio son las afecciones más frecuentes. "Cuando nuestro organismo se sumerge en un medio acuático y va descendiendo o ascendiendo en el seno del mismo soporta brutales cambios de presión -1 bar por cada 10 metros aproximadamente, según descendamos o ascendamos-. En el medio aéreo sucede lo mismo, pero los cambios nunca son tan grandes, aunque hemos podido observar roturas timpánicas en un simple vuelo comercial", explica el Dr. Scola.

La fisiopatología del oído medio, tanto en el buceo como en la aviación, así como en el resto de actividades, está condicionada por el comportamiento de la trompa de Eustaquio. En estos casos se ve afectada su función en cuanto al equilibrio de presiones. "La clínica está en función de si se trata de una lesión aguda o, por el contrario, es una forma crónica. Los síntomas habituales son: otalgia, acúfenos, vértigos, hipoacusia y salida de aire por el conducto auditivo, que variarán en función de la gravedad de la lesión". Ante cualquier síntoma es fundamental la consulta con un especialista en Otorrinolaringología.

Tratamiento de los barotraumatismos

El tratamiento indicado para los casos más leves consiste en el reposo respecto a actividades acuáticas y aéreas durante unas 2 semanas, antiinflamatorios y vasoconstrictores tópicos. "Si se produce otorragia (sangrado por el oído) será necesario prolongar el reposo hasta un mes y, en ocasiones, se pautarán antibióticos locales", apunta el Dr. Scola.

En caso de presentar una colección serosa o serohemorrágica en el oído medio, el especialista recomienda ampliar el reposo a unos 2 meses, seguir las pautas anteriores y valorar la posibilidad de una paracentesis transtimpánica.

"Si el paciente presenta rotura de la membrana timpánica será necesario un reposo de las actividades mencionadas durante 6 meses y, a las indicaciones anteriores, sumar la posibilidad de una miringoplastia diferida, un cierro quirúrgico de la perforación del tímpano, aunque en la mayoría de casos se produce el cierre espontáneamente si no hay infección".

Como medidas generales para prevenir los barotraumas, el Dr. Scola recomienda: "en el medio acuático, contar con un perfecto conocimiento de la fisiología del buceo, así como el entrenamiento previo y una forma física aceptable, evitando la inmersión en caso de cuadro catarral de vías altas". En el caso del medio aéreo, son frecuentes las otalgias durante el descenso, de modo que "es necesario realizar maniobras sucesivas de compensación, como masticar chicle, bostezar, para poder compensar la presión".

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Tubo que se extiende desde la caja del tímpano en el oído medio hasta la nasofaringe.

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