Durante los próximos años se puede elevar el número de casos de cólicos renales a causa de una alimentación inadecuada, el sedentarismo y el cambio de clima. Entre un 15% y un 20% de incremento de esta patología es la cifra esperada por los expertos reunidos en el LXXIV Congreso Nacional de la Asociación Española de Urología (AEU) de Valencia.
Más de cuatro millones de españoles, alrededor del 10% de la población, padece este problema y, de ellos, un 30% no van a poder expulsar el cálculo espontáneamente.
La formación de piedras tiene un origen multifactorial, y la dieta y el estilo de vida resultan ser factores clave, ya que se atribuye a cambios en la composición de la orina, ya sea por exceso de sustancias que pueden cristalizar o por la disminución de los inhibidores de esta cristalización. Es frecuente en personas de entre 30 y 40 años y existe otro pico de incidencia entre los 50 y 60 años.
Sin embargo, en los últimos años están apareciendo otros factores que hasta hace poco no se contemplaban, como su aparición en personas obesas sometidas a cirugía bariátrica para reducir su peso y que, tras la intervención, presentan diarreas y alteraciones en la absorción de nutrientes, así como en las Salud de la mujeres posmenopáusicas, que reúnen, por un lado, la descalcificación propia de la menopausia y, por otro, la medicación que se les administra para la osteoporosis, suplementos de calcio y vitamina D, que también pueden aumentar, en algunos casos, el riesgo de sufrir cálculos renales.
Los factores genéticos también influyen en la aparición de este problema, ya que se ha visto que las personas con antecedentes familiares tienen mayor predisposición a desarrollar piedras. Sin embargo, la dieta y los hábitos de vida son lo más determinantes.