7 de abril, Día Mundial de la Salud

Los cinco básicos para una vida saludable

El próximo 7 de abril se celebra el ‘Día Mundial de la Salud', una ocasión encargada  de recordarnos la importancia que tiene llevar un estilo de vida saludable y que, a la vez, pone de relieve las carencias de nuestros hábitos diarios que, en muchas ocasiones, distan de ser los más recomendados por los expertos médicos.

Con el objetivo de recordar los aspectos fundamentales a tener en cuenta para mantener una vida sana, alejada de excesos alimenticios, sedentarismo, tabaco, falta de sueño, etc,  el instituto DKV  de la Vida Saludable propone 5 Pilares básicos para cuidar nuestra salud:

  1. Llevar una dieta equilibrada: Aportar a nuestro cuerpo una amplia variedad de alimentos, en cantidades adecuadas a nuestras características físicas, es un factor vital para nuestra salud. Los expertos aconsejan moderar el consumo de carnes grasas, pastelería, bollería, azúcares y bebidas refrescantes. También se recomienda ingerir diariamente derivados de cereales y patatas, verduras, hortalizas, frutas, leche y derivados lácteos, y aceite de oliva.
  2. Realizar ejercicio físico: El ejercicio regular es imprescindible para mantener el tono y la masa muscular, evitando problemas posturales y dolores de espalda. Además, disminuye la presión arterial, favorece un nivel adecuado de azúcar en sangre, mejora la densidad ósea, refuerza el sistema inmunitario, mejora el estado de ánimo, reduce las posibilidades de depresión y ayuda a regular el apetito. Realizar un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física, en el caso de la población infantil y adolescente, y de 30 a 60 minutos al día en la población adulta, es una de las recomendaciones de La Organización Mundial de la Salud (OMS).
  3. Descansar las horas necesarias: Conciliar el sueño es un factor fundamental ya que, durante su transcurso, se suceden procesos metabólicos vitales que repercuten en nuestra vida diaria activa. La recomendación es dormir de 7 a 9 horas al día, además de reservar un tiempo para la siesta con una duración de media hora "como máximo", pues si se supera este tiempo "se reduce la presión para el sueño nocturno".
  4. Mantener una higiene personal: Mediante la ducha evitamos la presencia de bacterias y gérmenes que afectan a la salud de nuestra piel. La higiene de las manos es la mejor barrera para evitar muchas enfermedades ya que es la vía de contacto más habitual con las bacterias. La limpieza bucodental también resulta fundamental para evitar infecciones.
  5. Evitar malos hábitos: El sedentarismo, el consumo de tabaco o la ingesta excesiva de alcohol son los hábitos insalubres más comunes que ponen en peligro a nuestro organismo. El consumo de cigarrillos se considera una drogodependencia y su consumo crónico implica una alta toxicidad. El consumo prolongado de alcohol aumenta la probabilidad de sangrado de esófago, inflamación y daños en hígado y páncreas, desnutrición o cáncer de esófago, colon, cabeza, cuello o mamas.

Es necesario resaltar también la necesidad de hacerse chequeos médicos de forma regular, para detectar aquellas afecciones que pueden aparecer pese a mantener una vida saludable.

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