El IV Congreso conjunto AEA-SEROD que congrega del 9 al 11 de noviembre en el Palacio Euskalduna de Bilbao al XXXIV Congreso de la Asociación Española de Artroscopia (AEA) y al XXXV Congreso de la Sociedad Española de Rodilla (SEROD), ha servido de marco para poner de manifiesto "el aumento de incidencia de las roturas de menisco entre niños y adolescentes".
Tal y como asevera el doctor Carlos Martín, jefe de servicio de Traumatología del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, "hasta hace veinte o treinta años, la lesión de menisco en niños y adolescentes era algo poco frecuente. Hoy, constatamos en nuestras consultas un aumento considerable de la incidencia de este tipo de lesión".
Entre las causas, el experto sostiene que "no es sólo que hagan más deporte los niños y adolescentes, sino que su práctica es más exigente". Los deportes que más frecuentemente ocasionan la rotura del menisco entre los más pequeños "son aquellos en los que se realizan pivotajes rápidos sobre una pierna, como son el fútbol, el baloncesto o el balonmano, que, asimismo, también son unos deportes muy practicados".
Otro factor que puede aumentar el riesgo de una lesión de menisco entre los chavales es la práctica deportiva con "calzados y sobre terrenos inadecuados". La literatura científica ya recoge que en los campos de hierba artificial, con granulados de caucho, se da un riesgo mayor de lesiones en las articulaciones de rodilla y tobillo, comparado con campos de hierba natural.
La lesión de menisco en los niños no se produce por un traumatismo directo, "sino que se da una torsión de la rodilla con el pie apoyado, que puede ocasionar que el fémur y la tibia pellizquen el menisco y lo lesionen; a veces, con otros daños como la rotura de los ligamentos cruzados de la rodilla", explica el doctor Carlos Martín.
"Hay que salvar al menisco roto como sea"
A pesar de que un menisco puede dejar a un joven apartado de la práctica deportiva entre cuatro y cinco meses —tiempo que se reduce a tres meses en el caso de jóvenes deportistas de élite—, si el menisco se trata adecuadamente tras la lesión, es posible su recuperación en la mayor parte de los casos. Prácticamente se operan todos los meniscos rotos en niños y adolescentes, "salvo las roturas lineales muy pequeñas en el borde del menisco", pero este tipo de lesión es poco frecuente.
Hoy en día, gracias a la artroscopia y al desarrollo de la técnica quirúrgica, "podemos hacer microsuturas en los meniscos lesionados de los niños y adolescentes, con un buen pronóstico. El menisco de los niños y adolescentes se puede reparar, y por eso hay que salvarlo como sea. Una lesión correctamente reparada le va a proporcionar al joven un menisco para toda la vida. De otro modo, un menisco roto que no se repara, producirá una artrosis de inicio temprano en la rodilla", con las consecuencias que esto tiene, no sólo para la práctica deportiva, sino para el día a día de esa persona.
Además de las microsuturas meniscales, en la reparación de los meniscos rotos en niños y adolescentes ha irrumpido la aplicación de plasma del propio paciente enriquecido en factores de crecimiento. "Se trata de una técnica nueva, que ya se aplica por algunos doctores. Sin embargo, todavía es preciso desarrollar una evidencia científica más extensa que analice con detalle los resultados de su aplicación", apunta el jefe de servicio de Traumatología del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.
El menisco discoideo se rompe más
Cuando un joven siente que se ha lesionado la rodilla debido a una torsión de ésta, o después de un mal apoyo a una pierna tras un salto, "si siente dolor en la zona interna o externa de la rodilla y si ese dolor persiste, puede ser un indicio de una rotura de menisco. Cuando se rompe el menisco, es probable que el joven continúe jugando el partido. Sin embargo, cuando la lesión afecta también a los ligamentos cruzados, suele producirse un derrame, con un dolor intenso e incapacidad para seguir haciendo deporte".
En estos casos, "el traumatólogo, tras realizar la historia del modo en el que se produjo la lesión, efectúa una exploración clínica que ya suele apuntar el diagnóstico. Éste se completa con la realización de una resonancia magnética, que muestra el estado real del menisco y la rodilla".
A raíz del mayor número de lesiones de menisco entre los jóvenes, que ha propiciado un aumento de las pruebas de imagen y de las intervenciones, los traumatólogos han podido constatar que un tipo de menisco, de origen congénito, tiene más probabilidad de lesionarse que el menisco ‘común'. "Un menisco, habitualmente, tiene forma de "C". Sin embargo, existe una variación congénita, en forma de disco —de ahí el nombre de menisco discoideo—, que se ha constatado que presenta una mayor frecuencia de roturas".