Los expertos advierten del incremento del número de consultas por picadura de garrapata este verano

Las picaduras se confunden con bultos de la piel o lunares nuevos
Si la picadura no se trata deriva en la enfermedad Lyme que produce: fiebre, cansancio, dolor de cabeza y sarpullido en la zona

En verano se multiplican las picaduras de garrapata y cada vez más los dermatólogos asisten en sus consultas a pacientes que acuden porque confunden la picadura con un nuevo lunar. Identificar cómo es la picadura es importante para remediar las consecuencias. "El paciente viene la mayoría de las veces porque se ha notado un bulto o un lunar nuevo. Al mirarlo de cerca vemos que es una garrapata clavada en la piel que normalmente lleva ya unos días ahí" asegura el jefe de dermatología de Vithas Málaga y Vithas Xanit, el Dr. Enrique Herrera Acosta.

Por eso, no hay que olvidar que siempre es importante estar pendiente de cada nueva lesión o mancha que nos salga porque "revisar la piel es una responsabilidad individual y saber en cada momento qué nuevos lunares o "rarezas" nos salen es fundamental para evitar este tipo de problemas", matiza Herrera.

Las garrapatas habitan en zonas con muchos árboles o animales, también en jardines, piscinas y hay incluso en la playa; son más activas durante los meses cálidos, es decir de abril a septiembre y tienden a picar en la cabeza, axilas, ombligo o ingles. Por eso es importante llevar la ropa adecuada si durante estos meses vas a realizar ejercicio al aire libre.

Una vez que se detecta la garrapata en la piel hay que acudir al especialista. "El proceso de extracción se tiene que hacer con especial cuidado. Hay que evitar que la cabeza se quede dentro de la piel para no correr el riesgo de infección; con unas pinzas se agarra con firmeza la cabeza de la garrapata y se tira con fuerza y de forma ininterrumpida, nunca se debe retorcer mientras se extrae".

Hay que tener en cuenta que si la picadura no se trata podría derivar en la enfermedad Lyme que produce fiebre, cansancio, dolor de cabeza y sarpullido en la zona. Si no se trata, la infección puede propagarse a las articulaciones, el corazón y el sistema nervioso.

A su vez, en esta época del año es muy importante de realizar un chequeo dermatológico anual para controlar y verificar el buen estado de los lunares y demás erupciones de la piel.

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