Con motivo del Día Mundial de la Diabetes, el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO) advierte que alrededor de 1,5 millones de personas en España podrían sufrir ceguera provocada por una diabetes que desconocen que padecen.
La diabetes es una de las principales causas de pérdida de visión y otros problemas oculares severos. En este sentido, según el último informe del Atlas de la Federación Internacional de Diabetes (IDF), en España existen cerca de 6 millones de personas diabéticas, de las que en torno al 25% no la tiene diagnosticada.
Esta enfermedad puede derivar en una complicación ocular provocada por el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina como consecuencia de los altos niveles de azúcar en sangre. Por ello, el Consejo recomienda someterse a revisiones periódicas con el profesional óptico-optometrista con objeto de prevenir problemas oculares habituales como la retinopatía diabética (RD), una patología que afecta a una de cada tres personas con diabetes mellitus (cuando el páncreas no fabrica insulina suficiente) y principal causa de la pérdida de visión en la población adulta en edad laboral.
"El óptico-optometrista puede detectar de manera precoz indicios de retinopatía diabética, además de establecer exámenes rutinarios de la agudeza visual para controlar las variaciones de la visión del paciente y mejorar su calidad de vida", explica el presidente del CGCOO, Juan Carlos Martínez Moral.
Visitas periódicas al óptico-optometrista y vida saludable
Según las previsiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 61 millones de europeos adultos padecen diabetes, por lo que la media de prevalencia en Europa es del 9,2%, una tasa menor que la de España, que es del 14,8%, lo que lo sitúa como uno de los países con mayor prevalencia del continente.
Ante este contexto, uno de los problemas que presenta la retinopatía diabética es la dificultad para detectarla de manera precoz, ya que los síntomas no suelen manifestarse en etapas tempranas de la enfermedad. En fases posteriores se producen dificultades para la lectura, borrosidad de la visión central, defectos en el campo visual, moscas volantes o pérdida completa de visión de forma súbita.
Para las personas que sufren diabetes, los expertos recomiendan acudir a revisiones visuales anuales, donde el profesional podrá recomendar al paciente el tratamiento más adecuado para recuperar la máxima capacidad y agudeza visual en aquellos casos en los que se haya perdido. Del mismo modo, controlar la glucosa en sangre y la presión arterial es fundamental para preservar la salud ocular.
Además de esto, el seguimiento de una vida activa y saludable es necesario. Cuidar el peso y la dieta puede ayudar a detener la pérdida de visión propia de esta enfermedad, de la misma forma que conviene mantener niveles óptimos de tensión y colesterol, además de eliminar malos hábitos como la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo.