Más de doscientos ginecólogos se han reunido en Madrid para debatir el futuro del diagnóstico prenatal. Una de las novedades en el campo del diagnóstico prenatal más comentadas por los expertos en este encuentro científico ha sido una prueba prenatal no invasiva que evalúa el riesgo de anomalías cromosómicas fetales.
Esta prueba es capaz de analizar el riesgo de anomalías cromosómicas en el feto, como el síndrome de Down, midiendo la cantidad relativa de cromosomas en la sangre materna, lo que evita tener que obtener muestras de líquido amniótico o vellosidades coriales, que entrañan más riesgo para el feto.
Gracias a la aplicación de los últimos avances en genómica y tecnologías de secuenciación masiva, esta prueba reduce los resultados falsos positivos en comparación con otros test de cribado disponibles en la actualidad y reduce el número de técnicas diagnósticas invasivas innecesarias que conllevan un riesgo de pérdida fetal.
Según los expertos, la prueba está indicada a partir de las 10 semanas de gestación, da una rápida respuesta a las madres (los resultados se tienen en dos semanas), y permite ser utilizada en gestaciones con donación de ovocitos.