El sueño forma parte de la vida cotidiana de los individuos, es clave para la regeneración del organismo y, en definitiva, permite que las personas desarrollen sus actividades con normalidad al día siguiente. Sin embargo, el cuidado del sueño está deteriorándose año tras año, también entre la población joven, que debido al uso de pantallas (móviles, tabletas, ordenadores…), sacrifican horas de sueño. Esta falta de sueño de calidad provoca que en su día a día tengan irritabilidad, problemas de atención o memoria y rendimiento deficiente, entre otras consecuencias. Por ello, la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM), el Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) y la Alianza por el Sueño, en colaboración con el Ayuntamiento de Salamanca y la Dirección Provincial de Educación de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, han organizado el encuentro ‘Que las tecnologías no te roben tu sueño. Por una mejor salud mental' destinado a alumnos de entre 12 y 18 años, y que va a tener lugar en Colegio Arzobispo Fonseca, Universidad de Salamanca el sábado 25 de noviembre.
Van a intervenir en una mesa redonda el Dr. Carlos Roncero, Jefe de Servicio de Psiquiatría en Complejo Asistencial Universitario de Salamanca (CAUSA), Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) y miembro de la Alianza por el sueño; y la Dra. Francesca Cañellas, Psiquiatra del servicio de psiquiatría y de la Unidad multidisciplinar del sueño del Hospital Universitario Son Espases (Mallorca) y Coordinadora del grupo de sueño de la SEPSM. Ambos van a poder explicar y dialogar con los jóvenes acerca de la importancia de la higiene del sueño, y también sobre la enfermedad del insomnio y su repercusión o consecuencias durante la noche y el día en sus actividades cotidianas, y el impacto en su salud mental y física.
"Tenemos la oportunidad de establecer un cambio en nuestro sueño y fomentar esos comportamientos saludables, durante el día y antes de acostarnos, que nos lleven a conseguir un descanso reparador. Y por eso todos, incluidos los más jóvenes, debemos entender qué factores influyen negativamente en nuestro sueño para poder cambiar los malos hábitos y prevenir enfermedades graves como el insomnio, entre otras. Porque, los malos hábitos de higiene del sueño que los jóvenes desarrollan ahora tienen una repercusión inevitablemente en su salud mental y física en sus años venideros. Todo esto lo podemos evitar educando y enseñando a dormir para lograr un sueño reparador", ha explicado el Dr. Roncero. La Alianza por el Sueño se ha constituido recientemente por profesionales sanitarios especialistas en problemas de sueño preocupados por la falta de concienciación social y política en posicionar el sueño como pilar del bienestar y dentro de las estrategias de salud pública y social.
La falta de sueño en los más jóvenes se puede identificar por síntomas como déficit de atención o concentración, problemas de aprendizaje, reacciones más irascibles, más impulsividad, mala capacidad de gestión emocional, cambios de humor frecuente, somnolencia diurna, fatiga o carencia de motivación, baja capacidad en la resolución de problemas, menor sociabilidad e impacto en el rendimiento escolar. La forma en que éstos sienten o reaccionan mientras están despiertos depende, en parte, de lo que sucede mientras duermen y de la calidad de su sueño.
Esta falta de sueño de calidad sostenido en el tiempo puede provocar un impacto negativo en la salud psicológica y física de los jóvenes. Por este motivo, en el acto se va a hacer hincapié en la necesidad de educar en la higiene del sueño desde la infancia y la adolescencia para prevenir enfermedades como la depresión, ansiedad, obesidad o diabetes, entre otras. En esta línea, la Dra. Cañellas, ha señalado que "es necesario aprender a dormir adecuadamente, e integrar los buenos hábitos de higiene del sueño en los jóvenes de forma rutinaria y regular para reducir el riesgo de padecer enfermedades graves e incluso la muerte prematura, como se ha evidenciado recientemente, hasta en un 48%. Las personas que duermen con calidad tienen una mayor esperanza de vida y una mejor salud. Esto, a su vez, permitirá preservar su salud mental y física, y les permite tener un mejor rendimiento al día siguiente y una mejor capacidad de sociabilidad y gestión emocional. Esto repercute a la sociedad en general, pues tendremos jóvenes menos agresivos con un mayor autocontrol emocional".
Jóvenes, pantallas y sueño
La National Sleep Fundation Americana en su estudio Uso de medios a la hora de acostarse y sueño, señala que el uso de dispositivos a la hora de acostarse tiene un impacto negativo en los adolescentes, que conlleva problemas de atención durante el día provocando somnolencia diurna, ya que afecta al reloj biológico. Concretamente, establecen que los adolescentes que usan pantallas una hora antes de irse a dormir tienen una menor cantidad y calidad del sueño y más dificultad para conciliarlo.
En esta línea, el Dr. Martín, presidente de la SEPSM destaca que "utilizar las pantallas antes de dormir favorece la hiperactivación cerebral que acaba afectando a la calidad del sueño. Además, se estima que hay un abuso en los niños y niñas españoles de pantallas de más de 3 horas al día entre semana, y en el fin de semana el tiempo dedicado se incrementa a 5 horas al día, lo que supera con creces la recomendación de un máximo de 2 horas al día".
De acuerdo con el estudio PASOS realizado por la Fundación Gasol en 2022, la mitad de la población infantil y adolescente española no cumple con la recomendación de horas de sueño; 6 de cada 10 menores superan las horas recomendadas de uso de pantallas entre semana, mientras que 8 de cada 10 supera la recomendación el fin de semana. Esta tendencia está alterando los ciclos de sueño y vigilia en el menor, y más de la mitad (56,8%) de los adolescentes no cumple las horas de sueño recomendables, lo que está afectando a su salud psicológica y física. Además, se reduce en 23 minutos al día el promedio de tiempo dedicado a la actividad física moderada o vigorosa, considerada una de las acciones que favorecen nuestro descanso y bienestar vital.
En este sentido, los profesionales quieren destacar y abordar durante el encuentro: el insomnio o insomnio crónico, sus causas y síntomas, así como la importancia de acudir al médico para que esta enfermedad no pueda cronificarse en la edad adulta. Han destacado que España es el mayor consumidor mundial de hipnosedantes, y que en los últimos años han aumentado el número de adolescentes que desde los 14 años consume hipnosedantes, fármacos que se utilizan para el insomnio, entre otros.
La importancia de cuidar la higiene del sueño
Educar a los niños en cómo aplicar estos cambios en sus hábitos diurnos, no sólo prepara el escenario para poder tener un sueño de calidad, sino que también les ayuda a tener una mejor salud física y mental. Así, durante el acto, los profesionales también van a dedicar un amplio espacio a aconsejar a los jóvenes sobre la oportunidad de involucrarse en los conceptos científicos relacionados con la luz y el sueño, ejecutar sus aprendizajes en la vida cotidiana y establecer hábitos saludables que repercutan en la protección de enfermedades.
Entre las estrategias que se van a aportar para que los presentes puedan comenzar desde el primer momento a mejorar su higiene del sueño, se encuentran las siguientes: mantener una hora fija para irse a la cama, no activarse con ejercicio físico antes de dormir, no cenar comida copiosa ni ingerir bebidas estimulantes las horas cercanas al sueño, eliminar distracciones de la habitación y que esta, a su vez, sea un espacio cómodo silencioso y con temperatura adecuada.
En definitiva, "comprender que el sueño es, junto con la alimentación y la actividad física, uno de los pilares de la salud y del bienestar social, hará que cambie nuestra trayectoria y visión como sociedad hacia un mejor estado de bienestar. Y que el sueño influye de forma directa sobre nuestro desarrollo físico, emocional, intelectual y social" explica la Dr. Cañellas. A lo que el Dr. Roncero apunta: "La educación para la salud combina diferentes experiencias de aprendizaje que ayudan tanto a las personas como a las comunidades a mejorar su salud, dándoles conocimientos e influyendo en sus competencias y actitudes. Colaborando las sociedades científicas y profesionales con las aulas y organizaciones educativas podemos sentar las bases del derecho a una vida saludable. Esto impacta directamente en el punto tercero de salud y bienestar de los objetivos de desarrollo sostenible 2030 de la unión europea, además de lograr tener una ciudad como salamanca saludable con el sueño".
Salamanca se convierte así en otra ciudad saludable que quiere aportar a la ciudadanía su huella en la educación de los jóvenes, para seguir las líneas de trabajo marcadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Red Española de Ciudades Saludables con sueños saludables y la Alianza por el Sueño.