Con la llegada del frío es importante conocer qué medidas se deben tomar para prevenir y evitar los efectos adversos que pueden producirse, especialmente en el colectivo de personas mayores, con mayor vulnerabilidad ante las difíciles condiciones climáticas de los meses invernales.
Atenzia, empresa especializada en atención socio-sanitaria, ha puesto en marcha su campaña de prevención ante la llegada del frio, con la que tienen previsto realizar más de 90.000 llamadas de seguimiento y prevención. Con ello, la compañía pretende poner al alcance de los mayores una serie de recomendaciones y consejos para paliar los efectos de las bajas temperaturas, especialmente para aquellos que sufren enfermedades respiratorias (gripe, neumonías, bronquitis), o bien las enfermedades crónicas preexistentes del corazón, de los pulmones o de los huesos.
A través de las llamadas de seguimiento la compañía les aconseja a seguir pautas como:
- Especial cuidado con la calefacción. El uso de métodos poco seguros de calefacción pueden provocar una intoxicación por monóxido de carbono o incluso incendios en el domicilio de nuestros mayores. Utilizar calefactores que estén homologados, mantenerlos por lo menos un metro de distancia de artículos inflamables y hacer una revisión antes de su uso, es necesario para evitar cualquier accidente.
- Aumentar la ingesta de alimentos proteicos. La dieta en esta época del año es muy importante ya que es la principal fuente de energía para nuestro organismo. Aumentar la ingesta de carbohidratos y alimentos proteicos ayudará a las personas mayores a mantener el calor corporal. Ésta es también la estación idónea para aumentar la ingesta de cítricos, ricos en vitamina C, que ayudaran a reforzar nuestras defensas.
- Salir de casa durante las horas de luz. Son bien conocidos algunos peligros del invierno para las personas mayores, como la fractura de huesos debida a caídas por las placas de hielo o los problemas de respiración causados por el aire frío. Por ello, es recomendable salir durante las horas del día en donde la visibilidad sea alta y la temperatura ambiental sea más suave.
- Lavar las manos a menudo para evitar contagios. En invierno la tasa de contagio de enfermedades respiratorias aumenta notablemente y sobre todo en personas mayores ya que son más propensas a ello. Es necesario lavarse las manos regularmente con agua y jabón, así como cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo de papel – de un solo uso- al toser o estornudar.
- Adaptar la indumentaria al invierno. Es recomendable vestir varias capas de ropa fina, ya que forman cámaras de aire aislante entre ellas y mantendrán a los más mayores secos y calientes. Abrigar los pies, la garganta y la cabeza es fundamental, puesto que por esta última se escapa una cuarta parte del calor corporal.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura. Al pasar del frio de la calle a un lugar cálido, con una temperatura alta, es necesario que la gente mayor adecúe su indumentaria al lugar donde se encuentre. También se debe tener en cuenta que en el hogar es mejor ir convenientemente abrigado y tener la calefacción a temperaturas cercanas a los 18º o 20º C.
- Mantenerse activo. A pesar de que en invierno cuesta más salir de casa, existe el peligro de una inmovilidad excesiva en las personas mayores. Las articulaciones y los músculos que no trabajan se endurecen, se atrofian y pueden conducir a una torpeza progresiva. Realizar tareas de la vida doméstica en la medida de lo posible, practicar hobbies y actividades de ocio es una buena forma de mantener una actitud positiva y activa además de conservar un buen estado de ánimo.