Prestar especial atención a la dentadura de los más pequeños es esencial para prevenir futuros problemas e instaurar hábitos de higiene y cuidado desde la primera infancia. En España es habitual que sea el pediatra quien controle la erupción de los dientes de leche y, en caso de detectar algún signo de alarma, aconsejará la consulta con el odontopediatra.
No obstante, los especialistas recomiendan realizar la primera revisión dental de los niños cuando la dentadura de leche esté completa: "esto ocurre alrededor de los 3 años y, tras este primer control, si no se detectan problemas, las revisiones deberían pautarse cada 6-12 meses", afirma la Dra. Sara Hawkins, directora de la Unidad de Odontología Infantil de Vithas Internacional.
Durante la primera visita lo habitual es crear el historial médico y dental del niño y llevar a cabo una revisión de dientes y encías. "Revisamos si existen caries del biberón y evaluamos posibles problemas o alteraciones de crecimiento en la forma de los maxilares", apunta la especialista. Añade, además, que "es importante orientar a los padres a la hora de instaurar los hábitos de higiene para el niño, el control de la ingestión de azucares y la administración de flúor".
Como señala la Dra. Hawkins, uno de los factores más importantes a tener en cuenta es la necesidad de crear una relación de confianza entre el odontólogo y el niño, de ahí la importancia de la figura del odontopediatra: "es el profesional que sabe cómo manejar la conducta del niño para que la relación sea siempre positiva".
Recomendaciones para la primera consulta dental de los niños
La Dra. Hawkins lanza una serie de recomendaciones para que esta primera visita al dentista no produzca temor en los niños:
- Es importante preparar al niño, explicarle qué hace el dentista, incluso se puede jugar con él diciéndoles que tú eres el dentista y él el paciente y viceversa.
- Es recomendable coger cita temprano para que el niño esté descansado, ya que siempre reaccionará de mejor manera.
- Los padres no deberían pasar al área del sillón odontológico ya que, de este modo, el especialista podrá establecer una relación directa con el niño. Hay que tener en cuenta que es probable que el niño llore al sentirse solo, pero el profesional sabrá manejar la situación.
- Si el niño presenta un buen comportamiento es bueno recompensarle para reforzarlo en visitas sucesivas. Pero, en caso contrario, no se debe castigar, ya que relacionará el castigo con la visita dental.
- Los padres no deben expresar frente al niño sus propios temores. Hay que tener en cuenta que se aprende por imitación. Incluso es aconsejable que el niño acompañe al adulto a sus revisiones dentales para que aprenda con su ejemplo.