Según un estudio publicado en la revista Pediatrics, los bebés que están en contacto en casa con un perro al menos seis horas al día tienen menor tendencia a enfermar por afecciones respiratorias e infecciones de oído. Según las conclusiones de esta investigación, la presencia de gatos también supone una protección para los niños, aunque en menor medida que la de los perros.
La investigación realizada en la Universidad de Kuopio en Finlandia ha estudiado el estado de salud diario de casi 400 niños. Los científicos han confirmado que la presencia de perros es beneficiosa para los pequeños, al menos en sus primeros doce meses de vida. Según han comprobado, estos bebés sufren un 30% menos de enfermedades respiratorias (catarros, tos y rinitis) y un 50% de infecciones de oído.
Por otro lado, los investigadores han determinado que los bebés que crecen con perros no solo enferman menos, sino que se curan antes y que necesitan un menor tratamiento antibiótico. Los expertos creen que la presencia de los perros podría ayudar a madurar el sistema inmunitario.