El LIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), ha acogido en Cádiz la celebración de una mesa redonda sobre la mayor afectación de la osteoporosis a tres grupos de pacientes bien definidos: las mujeres que han superado un cáncer de mama; las personas que han sufrido un ictus; y las personas con una lesión medular.
Tal y como ha afirmado la moderadora de la mesa, la doctora María Elena Martínez, secretaria de la junta directiva de la SERMEF, especialista en Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, y coordinadora del grupo de trabajo de la SERMEF para la Rehabilitación en Osteoporosis, "se trata de un tipo de paciente que es tratado con frecuencia en los servicios de Rehabilitación y Medicina Física. Una correcta identificación, valoración del riesgo de desarrollar osteoporosis (y, consecuentemente, fracturas óseas) y un tratamiento adecuado de estos tres tipos de pacientes puede atajar o paliar en gran medida este problema".
Ictus: estudio multicéntrico
El doctor Juan Antonio Olmo, jefe de servicio de Rehabilitación del Hospital universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, ha abordado la relación entre los accidentes cerebrovasculares (ictus) y la osteoporosis a través de la presentación de los resultados de un estudio de investigación. El trabajo, publicado en la Revista de osteoporosis y metabolismo mineral con el título ‘Riesgo de fractura osteoporótica mayor y de cadera en pacientes con accidente cerebrovascular en fase aguda. Estudio prospectivo multicéntrico' se ha desarrollado durante dos años en cinco hospitales españoles: Hospital de Torrevieja (Alicante), Hospital General de Ciudad Real, Hospital Virgen de las Nieves de Granada, Hospital Ramón y Cajal de Madrid y el Hospital de Vinalopó, en Elche (Alicante).
Tal y como ha indicado el experto, el estudio, "pionero en nuestro país", ha tenido como objetivo "conocer el riesgo absoluto de fractura por fragilidad en pacientes con un ictus y el estado metabólico de sus huesos, así como comprobar si existían diferencias con un grupo control de pacientes sin patología cerebrovascular".
El estudio ha encontrado que los pacientes con ictus sufren una pérdida de masa ósea acelerada en los meses siguientes al accidente cerebrovascular. Esa puede ser una de las razones que explicarían el alto riesgo de fractura de cadera que presentan estos pacientes en años posteriores.
En palabras del doctor Olmo, "los resultados del estudio muestran que los pacientes con ictus presentaron valores de marcadores de resorción ósea significativamente elevados y una densidad mineral ósea menor que el grupo control. Todo esto corrobora las conclusiones de otros estudios científicos realizados en países del extranjero y subraya la necesidad de que los pacientes con ictus cuenten con una correcto diagnóstico del riesgo de desarrollar osteoporosis y, consecuentemente, un adecuado tratamiento médico".
Cáncer de mama: consecuencia del tratamiento
Por su parte, la doctora Carolina de Miguel, especialista del Servicio de Rehabilitación y miembro de la Unidad de Patología Mamaria del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, ha explicado en la mesa redonda el manejo de la osteoporosis en pacientes que han sufrido un cáncer de mama.
Según ha puesto de manifiesto la experta, "el tratamiento del cáncer de mama puede aumentar el riesgo de pérdida de masa ósea, debido a los bajos niveles de estrógenos a los que inducen los tratamientos. Así, la osteoporosis es una comorbilidad del tratamiento del cáncer de mama. Por lo tanto, el nuevo desafío es la gestión de los efectos a largo plazo de la terapia del cáncer de mama".
A pesar de que "el riesgo de padecer cáncer de mama a lo largo de la vida es, en España, de una de cada ocho mujeres, no siempre se realiza una evaluación correcta, debido al desconocimiento existente. Muchas mujeres no son estudiadas y a otras se les suministran fármacos que no son necesarios", ha apuntado la especialista en Rehabilitación y Medicina Física. Asimismo, ha puntualizado que la herramienta médica FRAX, utilizada para determinar el riesgo de fractura, no incorpora la variable del cáncer de mama.
Entre los tratamientos asociados al cáncer de mama que pueden ocasionar osteoporosis se pueden citar "la quimioterapia, los agonistas GnRH y la extirpación de ovarios en mujeres premenopáusicas, el tamoxifeno en premenopáusicas (no en postmenopáusicas), la tercera generación de inhibidores de la aromatasa e, incluso, la radioterapia".
La doctora De Miguel ha recordado que "es obligatorio evaluar precozmente el riesgo de fractura y la salud ósea en toda mujer con cáncer de mama, establecer las medidas preventivas y, en su caso, prescribirles el tratamiento más adecuado".
La valoración conjunta de los factores de riesgo clínicos de fractura por fragilidad y la medida de la densidad mineral ósea "es el método que ha demostrado ser más eficaz para la valoración del riesgo de fractura y decidir las intervenciones diagnósticas y terapéuticas a realizar. Si el riesgo de fractura es elevado, las pacientes deben ser monitorizadas cada 12-24 meses".
Desde los servicios de Rehabilitación y Medicina Física se puede ayudar a estas pacientes "mediante la prevención de los factores de riesgo modificable y el tratamiento farmacológico. Las terapias no farmacológicas como cambio de hábitos y el ejercicio físico regular son de gran importancia. Por su parte, el tratamiento farmacológico se prescribirá cuando sea necesario, existiendo medicamentos que previenen la pérdida de masa ósea".
La mesa redonda ha acabado con la participación de la doctora Carmen Labarta, cuya intervención ha girado en torno a la osteoporosis en el lesionado medular.