La infección por el virus de la gripe es una importante causa potencial de morbilidad grave en los pacientes oncológicos. Por esta razón, el Consenso 2012 de vacunación de los grupos de riesgo frente al virus de la gripe, elaborado por diversas sociedades científicas españolas, entre ellas la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), y el Grupo de Estudio de la Gripe (GEG), hace especial hincapié en la necesidad de ampliar la cobertura vacunal antigripal a las personas con cáncer que debido a su enfermedad o tratamiento presenten criterios de riesgo frente a la infección por el virus.
Según los datos de vacunación antigripal del año pasado, registrados por el GEG a través del Gripómetro, el 82,2% de los pacientes oncológicos es consciente de que el cáncer es una enfermedad por la que se recomienda la inmunización frente a la gripe, mientras que un 58,1% de este colectivo confía en la vacuna antigripal como un medio útil para prevenirla. Sin embargo, frente a estas cifras, la realidad evidencia que solo un 31,8% de los pacientes con cáncer menores de 65 años se vacunaron durante el pasado año. Por su parte, solo un 66,8% de los mayores de 65 años con cáncer se inmunizaron, frente al objetivo mínimo del 75% marcado por la Organización Mundial de la Salud, lo que supone el grupo de riesgo con menos vacunas administradas de todos los colectivos analizados.
Por esta razón, desde el GEG en colaboración con todas las sociedades científicas firmantes del consenso, "pretendemos que la recomendación a favor de la vacunación en los grupos de riesgo como los pacientes oncológicos se convierta en rutinaria y que ningún paciente manifieste complicaciones de su enfermedad o desarrolle otras patologías por no haber sido informado de su riesgo en caso de contraer gripe ni haya sido inmunizado frente a ella", indica el Dr. Ramón Cisterna, coordinador del GEG y jefe del Servicio de Microbiología Clínica y Control de la Infección del Hospital de Basurto (Bilbao).
Los pacientes con cáncer son un objetivo prioritario de vacunación única estacional y, especialmente, aquellos que están en tratamiento activo con quimioterapia, seguidos de los pacientes que han recibido quimioterapia en el último año, bien sea como tratamiento curativo o paliativo. En la población oncológica adulta, aunque es posible que la respuesta inmune sea menor que en otros colectivos, los expertos aconsejan la vacunación en base a la evidencia de que la inmunización puede prevenir las posibles complicaciones de la gripe.
Dentro de este colectivo, las personas en tratamiento inmunosupresor suelen tener una respuesta inmunitaria a las vacunas inferior a la de las personas inmunocompetentes, aunque su vacunación puede ser beneficiosa para prevenir infecciones como la gripe que, en ellos tienen una mayor gravedad.
En palabras del Dr. Cisterna, "la vacunación en estos grupos de riesgo es de vital importancia, porque el virus de la gripe no solo es causa de enfermedad primaria, sino porque puede derivar en otras patologías o agravar enfermedades ya existentes en el paciente". Por eso, en todas las personas con enfermedades crónicas preexistentes, y también entre los pacientes con cáncer antes descritos, se recomienda especialmente la vacunación antigripal.