Durante estos días se está produciendo una alta incidencia de casos de gripe en España, además se prevé que este mes de enero el virus alcance su pico epidémico más alto.
En ocasiones, y para este tipo de enfermedades, se produce un uso inadecuado de antibióticos, "lo que aumenta sus efectos adversos y el desarrollo de resistencias microbianas", afirma la doctora María Rosa Albañil, pediatra y miembro del Grupo de Trabajo de Patología Infecciosa de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).
Según datos del Eurobarómetro de 2016, la población española tiene creencias erróneas sobre el uso de los antibióticos: un 48% de los españoles dice que matan a los virus y el 45% cree que son efectivos contra resfriados y gripes.
Además, recientemente, ‘TheJournal of Pediatrics' ha publicado un estudio para conocer la tasa de uso y el tipo de antibióticos prescrito sobre población pediátrica de 0 a 18 años en distintos países. Las conclusiones de este estudio señalan que la población española de 0-2 años incluida en el mismo presenta un alto consumo, siendo la segunda población por orden de prescripciones.
Aunque desde la AEPap consideramos que en este estudio faltan algunos datos relevantes para la correcta interpretación de los resultados, no solo respecto a la metodología, sino también respecto al sistema sanitario, acceso al mismo y frecuentación, y a la población incluida, datos de morbilidad y escolarización. Éste no hace sino poner cifras a una realidad bien conocida en nuestro país como es el alto consumo de antibióticos en todas las edades, incluida la población pediátrica.
Este hecho es motivo de preocupación para los profesionales, que bien de forma individual o a través de las Sociedades Científicas han desarrollado múltiples iniciativas para conseguir un uso más racional de los antibióticos.
Ejemplo de ello es la Guía ABE, un conjunto de 84 documentos elaborados por pediatras españoles, y que incluye información actualizada sobre enfermedades infecciosas frecuentes en los niños, haciendo hincapié en el uso juicioso de los antibióticos de forma empírica. Además, en los últimos cinco años se han elaborado, con la participación de distintas Sociedades Científicas, numerosos documentos de consenso sobre el tratamiento de las patologías que más frecuentemente son motivo de prescripción de antibióticos en la edad pediátrica, como es el caso de la faringoamigdalitis, otitis media aguda, sinusitis, neumonías, infecciones cutáneas o en situaciones de alergia.
La AEPap tiene una gran actividad formativa dirigida a profesionales, alumnos de pregrado y especialistas en formación, además y conscientes de que es preciso implicar a la población en este tema, desde la asociación se han llevado a cabo iniciativas de divulgación e información dirigidas a padres y cuidadores.
"En relación a este tema, desarrollamos nuestra actividad sobre todo a través de los Grupos de Trabajo de Patología Infecciosa, Vías Respiratorias, Docencia, los proyectos pediatría basada en evidencias y Guía de Algoritmos, así como, el programa de formación FAPAP y Educación para la salud desde nuestra web Familia y Salud", explica la doctora Albañil.
En la web Familia y Salud se incluyen varios documentos y materiales sobre uso racional y utilidad de antibióticos y resistencias microbianas, así como el Decálogo del buen uso de los antibióticos.
Actividades como estas demuestran que el colectivo de pediatras españoles tiene formación, es consciente y está implicado en el uso prudente de antibióticos.
Situación de las consultas de Pediatría de Atención Primaria en España
En España, el sistema sanitario público es muy próximo y accesible al paciente. Esto facilita la atención, pero sin embargo, propicia la hiperfrecuentación y la consulta en múltiples ocasiones y en distintos servicios por un mismo motivo, lo que probablemente aumenta las posibilidades de recibir una prescripción.
Además, en las consultas de Atención Primaria no existe un límite para el número de pacientes atendidos, lo que origina alta demanda y sobrecarga asistencial. Circunstancias ambas que se correlacionan con un aumento de la prescripción.
Los factores mencionados se potencian entre sí, de forma que profesionales con una gran carga asistencial, no disponen en las consultas de tiempo suficiente para explicar adecuadamente las decisiones terapeúticas y realizar educación sanitaria personalizada a una población necesitada de la misma.
En las consultas de Pediatría de Atención Primaria se atienden procesos infecciosos mayoritariamente virales, pero ante un paciente concreto es difícil establecer la etiología responsable del mismo.
Desde la AEPap destacan cuatro aspectos clave a tener en cuenta:
- El uso racional de antibióticos es una tarea compartida entre profesionales prescriptores, autoridades sanitarias y sociedad.
- A las autoridades sanitarias les corresponde diseñar el marco legal y administrativo de la prescripción, suministrar a los prescriptores de información y formación, así como dotarles de métodos de diagnóstico adecuados, asegurando unas condiciones de trabajo que permitan dedicar a cada paciente el tiempo suficiente para realizar un correcto diagnóstico y explicar al paciente la actitud a seguir, la evolución esperable y, en su caso, el motivo por el que se prescribe o no se prescribe.
- La educación de la población en estos conceptos es prioritaria, siendo necesario realizar campañas de educación sanitaria, e incentivación del autocuidado, tarea que debe ser compartida por médicos y administración.
- Emisión del mismo mensaje de forma coordinada por parte de profesionales, instituciones, organismos y sociedades.
Actualmente en España, y gestionado por la Agencia Española del Medicamento (AEMPS), se está desarrollando el PRAM, Plan estratégico y de acción para reducir el riesgo de selección y diseminación de la resistencia a los antibióticos, que pretende abordar de forma global este problema, con la participación de todos los agentes implicados. Por supuesto, la AEPap participa activamente junto con pediatras españoles miembros de otras Sociedades Científicas.