Con la llegada del verano, los pies se desnudan y se muestran con un calzado más ligero y descubierto. Esto hace que, si han aparecido durezas, muchas personas se aventuren a eliminarlas en casa con instrumentos como limas, por ejemplo. Desde el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos (ICOPCV) se ha advertido que esta práctica, que es habitual, puede llegar perjudicar gravemente la salud de los pies. Además, en personas de riesgo como diabéticos y anticoagulados, la manipulación casera es sumamente peligrosa.
"Tenemos que tener en cuenta que un callo es un signo de mal apoyo y puede ser más que una dureza que tengamos que eliminar por simple estética. Las hiperqueratosis son una respuesta de nuestro cuerpo ante un exceso de fricción y/o presión en determinadas áreas del pie. Y es fundamental que acudir a un podólogo para averiguar la causa de esta sobrepresión en la zona", ha explicado la presidenta del Colegio, Pilar Nieto.
Los podólogos han explicado que un callo se produce porque nuestro cuerpo produce queratinocitos (células de la epidermis) ante un estímulo externo, creando capas y capas, hasta que aparece la hiperqueratosis. Es un mecanismo de defensa que hace que se acumulen capas de tejido desvitalizado para intentar evitar que la zona padezca una lesión mayor como, por ejemplo, una ulceración.
"Desaconsejamos absolutamente tratar los callos en casa porque la aparición de un callo es un síntoma de algo que necesita una solución en nuestro miembro inferior. Principalmente, supone que hay un mal apoyo al caminar, por lo tanto, debe ser corregido con el tratamiento adecuado. Además, puede esconder una deformidad ósea que aunque, no sea evidente en el momento, pueda hacerlo en futuro afectando a la biomecánica de la persona", ha afirmado Maite García, vicepresidenta del ICOPCV.
Por otro lado, los podólogos también han advertido de que muchas veces se confunden algunos tipos de callos con verrugas plantares y, si éstas son limadas, podría empeorarse más la patología puesto que éstas requieren un tratamiento específico y, además, son contagiosas.
"Existe la creencia de que los callos se pueden eliminar solos, pero esto no es así. Sólo cuando un podólogo encuentra el origen, se puede tratar. A veces, se requieren plantillas y, en otras ocasiones, la escisión del callo. En casos más graves, puede necesitarse cirugía", ha aclarado Nieto.
Desde la organización colegial se ha destacado que los callos empeoran en las personas fumadoras por los efectos que tiene la nicotina sobre las células de la piel. Si se detecta mayor desgaste del calzado por fuera o por dentro, es importante acudir al especialista de la salud del pie para poder equilibrar la pisada de la forma más adecuada, ya que esto ayudará a prevenir futuras lesiones y dolores en los miembros del aparato locomotor.