19 de octubre, Día Mundial del Cáncer de Mama

Los programas para el cribado del cáncer de mama reducen las tasas de mortalidad un 30%

Para reducir las tasas de mortalidad se tiende a programas personalizados de cribado poblacional
Dependiendo del riesgo de padecer la enfermedad, un protocolo de detección precoz personalizado
Existen 3 niveles de riesgo: dependiendo de la genética y pacientes radiadas torácicamente a edades tempranas; los antecedentes familiares y la existencia de lesiones benignas potencialmente malignizables; y, por último, el resto de pacientes

El cáncer de mama sigue siendo el tipo de tumor más frecuente en las mujeres. Se estima que 1 de cada 8 mujeres sufrirá cáncer de mama a lo largo de su vida. Según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer, en 2018 habrá 32.825 nuevos casos de cáncer de mama, mientras que en 2015, se registraron 27.700 casos. 

"Afortunadamente, los programas de cribado pueden reducir la tasa de mortalidad de este cáncer un 30%, y en la actualidad se tiende a la personalización de estos programas para reducir aún más la mortalidad. Estos programas de screening se prescriben a cada paciente en la consulta de su ginecólogo en base a su historia clínica, en la quedan reflejados los antecedentes familiares, tanto genéticos como posiblemente hereditarios, así como las pruebas que se realizan en la consulta de forma periódica. Por este motivo, es recomendable que todas las mujeres acudan a su ginecólogo en edades tempranas, ya que es la mejor forma de prevenir no sólo el cáncer de mama, si no cualquier otro tipo de enfermedad ginecológica", explica el Dr. Juan Luna, jefe del Servicio de Ginecología y miembro de la Unidad Integral de Patología Mamaria del Hospital La Milagrosa de Madrid.

Niveles de riesgo

Riesgo alto: en este grupo se encuentran aquellas mujeres que tienen una mutación genética que produce una alta predisposición a padecer cáncer de mama. "Las mutaciones genéticas más conocidas son BRCA 1 y BRCA 2. Estas mujeres tienen entre un 50 y un 80% más de posibilidades de padecer un cáncer de mama que el resto. Normalmente, estas pacientes han tenido un familiar con la misma mutación, lo que nos hace a los ginecólogos pedir un estudio genético", afirma el Dr. Juan Luna. Para este grupo, se recomienda realizar una resonancia magnética y una mamografía, de forma alterna, cada seis meses a partir de los 25 -30 años.

Dentro de este grupo de riesgo alto también se encuentran las mujeres que han tenido que ser sometidas a radioterapia torácica a edades tempranas. "El protocolo de cribado es el mismo que en las mujeres con mutaciones genéticas, pero debe comenzar a partir de los 30 años de edad" explica el ginecólogo del Hospital La Milagrosa.
Este grupo representa en torno al 8 y el 10% de las mujeres.

Riesgo intermedio: se engloban todas aquellas mujeres que han tenido antecedentes familiares de cáncer de mama (sin mutaciones genéticas) y que han tenido una lesión potencialmente malignizable en la mama. Este grupo supone entre el 15-20% del total de la población femenina.

Lesiones potencialmente malignizables, son un grupo muy heterogéneo que incluyen desde:

  • Lesiones de muy bajo riesgo: masas de alta densidad tipo D (cuando se tiene mucho tejido fibroso o glandular, con poca grasa) y fibroadenomas (se sienten como una canica o un pequeño bultito que se puede mover. Dependiendo del tamaño se pueden se pueden detectar mediante la palpación)
  • Lesiones de alto riesgo: hiperplasias atípicas (acumulación de células anómalas en la mama), cicatrices radiales (se descubren cuando se hace una biopsia de mama con otro motivo y, a veces, pueden deformar la mama), fibrosis esclerosante (agrandamiento de las glándulas productoras de leche) y/o tumores filoides (el crecimiento de las células se produce de forma rápidas y en forma de hojas)

Las pacientes incluidas en este grupo de riesgo deben someterse a un cribado anual consistente en la realización de una mamografía bilateral y una ecografía de mama a partir de los 40 años de edad.

Riesgo bajo: es el grupo más amplio, representando el 75% de la población. Son aquellas mujeres en las que el cáncer de mama se presenta de forma ocasional, es decir, sin una causa que justifique su aparición.

El cribado, que es el que se utiliza en España desde el año 2003, año en el que se aprobó según una directiva europea, para este amplio grupo de población, consiste en una mamografía bianual entre los 50 y los 69 años de edad.

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