Existen receptores de sabor amargo en los pulmones además de en la lengua y este descubrimiento podría abrir la puerta a nuevos tratamientos para el asma y otras enfermedades pulmonares obstructivas.
Un descubrimiento accidental identificó receptores del gusto en el músculo liso de los bronquios en los pulmones, comprobando que son iguales que los de la lengua. Sin embargo, los receptores de la lengua se agrupan en las papilas gustativas que envían señales al cerebro, mientras que los receptores de los pulmones no están agrupados en papilas y no envían señales al cerebro.
Los investigadores probaron diferentes compuestos amargos en las vías respiratorias humanas y de ratones, en células individuales del músculo liso de las vías respiratorias y en ratones con asma. Descubrieron que estos compuestos abrían las vías respiratorias de los pulmones en mayor medida que los fármacos actuales. Los nuevos medicamentos podrían ser modificaciones químicas de compuestos amargos en forma de aerosol.
El estudio aparece on-lineen la edición del 24 de octubre de la revista Nature Medicine.
La investigación preliminar ha sido financiada por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre y los Institutos Nacionales de Salud de los EE. UU.