Los tratamientos oncologicos pueden afectar a las funciones cognitivas y provocar alteraciones en el comportamiento de los pacientes

MD Anderson Cancer Center Madrid pone en marcha un nuevo Servicio de Neuropsicología que, junto con el de la mano del Servicio de Psicooncología, busca la mejora de la calidad de vida de estos los pacientes oncológicos
Este nuevo servicio persigue la mejora de los déficits cognitivos del paciente, así como la potenciación de las capacidades cognitivas conservadas, la recuperación de las actividades de la vida diaria y la aceptación y el afrontamiento de la enfermedad

Gracias a los importantes avances que se han producido en el tratamiento del cáncer en los últimos años, la tasa de supervivencia de los pacientes oncológicos ha aumentado enormemente. Pero, debido a ello, se ha producido también un incremento en el diagnóstico de alteraciones cognitivas y de comportamiento en aquellos pacientes que han recibido tratamiento con radioterapia craneal y/o quimioterapia. El fenómeno asociado a tratamientos con quimioterapia, conocido como Chemo Brain, afecta fundamentalmente a la atención, la velocidad de procesamiento, la memoria y las funciones ejecutivas, algo que repercute de manera directa en la calidad de vida de estas personas.

Además, a este efecto producido por las terapias farmacológicas también hay que sumar el impacto que genera el propio tumor. Entre las neoplasias que mayor impacto tienen sobre los procesos cognitivos, se encuentran los tumores primarios del Sistema Nervioso Central (SNC), de los que un 65% son gliomas, y las metástasis cerebrales. originadas a causa de un tumor sistémico.

Consciente de la necesidad de abordar este tipo de alteraciones de manera efectiva, MD Anderson Cancer Center Madrid ha inaugurado un Servicio de Neuropsicología que, en palabras de Patricia Pradera, neuropsicóloga de MD Anderson Madrid, "pretende abordar desde la neurorrehabilitación y estimulación cognitiva los diferentes déficits derivados de la enfermedad y los tratamientos, con el objetivo de lograr la mejora de la calidad de vida del paciente".

Asimismo, con la incorporación de este servicio, se busca lograr un tratamiento 360º de la enfermedad (una resonancia magnética o un TAC permiten detectar las alteraciones estructurales y un tratamiento neuropsicológico permite la detección de alteraciones funcionales) sin necesidad de desplazarse de centro y con un planteamiento terapéutico coordinado y multidisciplinar. Pero además, el servicio de Neuropsicología también trata patologías fuera del ámbito oncológico como pacientes con otros tipos de daño cerebral adquirido (DCA) causado por traumatismos craneoencefálicos (TCE), accidentes cerebrovasculares (ictus), anoxias o infecciones cerebrales.

Retos de la neuropsicología en el paciente oncológico

Con este abordaje neuropsicológico, el fin último es "la mejora de los déficits cognitivos, la potenciación de las capacidades cognitivas conservadas, la recuperación de las actividades de la vida diaria y la aceptación y el afrontamiento de la enfermedad", destaca Pradera, quien señala que el plan de trabajo del Departamento comienza por una primera evaluación exhaustiva de las funciones cognitivas, déficits y capacidades conservadas del paciente, así como de su situación emocional y sociofamiliar.

A partir de esta primera evaluación se procede al diseño de un plan de rehabilitación neuropsicológico personalizado. Como incide la especialista de MD Anderson Madrid, "uno de los aspectos más importantes aquí es ajustar el diseño del tratamiento a los déficits específicos de cada paciente y a sus circunstancias". Una vez diseñado el plan, se procede a la intervención terapéutica reevaluando las alteraciones cognitivas del paciente durante el proceso de intervención y a su finalización.

Igualmente, también se realiza una importante labor de asesoramiento con las familias, a las que se les informa de los déficits cognitivos del paciente y de qué manera estos pueden repercutir en su funcionamiento diario, además de ofrecerles psicoeducación en aspectos emocionales y de comportamiento.

De la mano de la psicooncología

En el camino de lograr cada vez más una mejor calidad de vida del paciente oncológico, la unión de dos especialidades como la neuropsicología y la psicooncología se hace muy necesaria. "El paciente debe tener la seguridad de que, a pesar de ser visto por diferentes especialistas, todos ellos están coordinados y trabajando en una estrategia diseñada de antemano para proporcionar el mejor tratamiento para su enfermedad", destaca Pradera. Un tratamiento integral que además permite realizar diagnósticos diferenciales que facilitan la derivación del paciente al servicio más adecuado según su alteración.

Un aspecto que ha evolucionado mucho porque, como apunta la responsable del Servicio de Neuropsicología del MD Anderson Madrid, "hasta hace pocos años, los profesionales de la salud ignoraban estas quejas cognitivas o les restaban importancia, asociándolas a la presencia de sintomatología ansiosa y/o depresiva". Actualmente, y aunque todavía queda camino por recorrer, no solo estas afectaciones cognitivas se están empezando a considerar en el diagnóstico y tratamiento del cáncer, sino que entidades como MD Anderson Madrid la tienen incluso entre sus principales líneas de investigación a corto plazo.

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