¿Está destinada la biopsia de próstata a pasar a la historia? Esta pregunta constituye el título de la ponencia con la que Mark Emberton, profesor de Urología y decano de la facultad de Medicina del University College de Londres, ha finalizado el primer día de la VIII Reunión Multidisciplinar de Cáncer de Próstata, una cita que reúne periódicamente en la Clínica IMQ Zorrotzaurre de Bilbao a la élite mundial de esta especialidad médica. En la inauguración del evento científico estuvieron presentes los doctores Ander Astobieta, de Urología Clínica, Eldiberto Fernández, del Grupo Urológico San Rafael, y Nicolás Guerra, director de la Clínica IMQ Zorrotzaurre, representantes de las tres entidades que organizan esta reunión.
Históricamente, el diagnóstico del cáncer de próstata se realizaba mediante una biopsia, que además era transrectal, con un cierto porcentaje de infecciones en el procedimiento y con una precisión limitada. "Ahora tenemos imágenes para poder ver el cáncer de próstata, como la resonancia magnética y la tomografía por emisión de positrones de la proteína PSMA (PET PSMA), que son dos de las maneras que tenemos para poder localizar el cáncer y, gracias a ellas, dirigir la biopsia específicamente al tumor".
Según destaca el profesor Emberton, "creo que estamos entrando ahora en una nueva etapa, en la que podemos sacar mucha información sobre el tumor usando inteligencia artificial para determinar sus características e información específica, de tal modo que podemos prescindir en algunos casos de la biopsia, ya que se convertiría en una prueba redundante".
Y los urólogos ya están empezando a poner esto en práctica. "Si la resonancia magnética, analizada con inteligencia artificial, es negativa, entonces no hacemos la biopsia. Esto supone que unos 300.000 varones cada año en Europa se pueden ver beneficiados de no tener que hacerse una biopsia. Cada año en Europa se realizan cerca de un millón de biopsias de próstata, por lo que estamos hablando de que una tercera parte se podría beneficiar de estos adelantos, en los que se emplea la resonancia magnética y la inteligencia artificial", señala el experto.
Ya existen estudios en la literatura científica sobre individuos que deciden prescindir de la biopsia y son tratados con prostatectomía radical (extirpación completa de la próstata) sin biopsia, disponiendo de pruebas de imagen por medio de la resonancia magnética y del PET PSMA, siendo ambas positivas. "Cuando ambas pruebas de imagen fueron positivas, el 100% de estos pacientes tuvieron cáncer y fueron intervenidos sin biopsia. Al no tener la necesidad de realizar una biopsia, los pacientes pudieron adelantar la fecha de su intervención y evitaron los efectos indeseados que se puede derivar de esta prueba diagnóstica".
El decano de la facultad de Medicina del University College de Londres recalca que, "tanto en los pacientes con alto riesgo de presentar cáncer de próstata, como en los de bajo riesgo, podemos prescindir de la biopsia. Y con respecto a los pacientes con un riesgo medio, hemos de valorar si con las resonancias magnéticas y los datos que nos proporcionan biomarcadores de, por ejemplo, la orina o la sangre, es quizá suficiente para hacer el diagnóstico de cáncer de próstata. Y en este debate nos encontramos ahora".
Más tumores de próstata que de mama y tratamiento focal
Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, en España se diagnosticaron durante 2021 un total de 33.375 tumores de mama y 35.764 de próstata. En este sentido, el Dr. José Gregorio Pereira, especialista de Urología Clínica de IMQ Zorrotzaurre, expone que, "hasta ahora, cuando un cáncer de próstata estaba localizado, el planteamiento del tratamiento tenía dos posibilidades: o cirugía radical o radioterapia radical. Es decir, atacar a la glándula entera. La razón de esto se encuentra en que el 80% de los cánceres de próstata son multifocales y por este motivo, las pruebas de imagen sólo los veían cuando los tumores eran muy grandes".
Sin embargo, en este momento, "disponemos técnicas de imagen, como la resonancia magnética, los microultrasonidos y pruebas de medicina nuclear como la PET PSMA, que nos proporcionan mayor precisión y, por consiguiente, un diagnóstico más certero. Siendo esto así, ¿por qué no pensar que podemos hacer un tratamiento focal, es decir, en ubicaciones concretas de la glándula prostática, al igual que se hace en el abordaje de otros tumores, como los de riñón o mama? De este modo, en vez de extirpar la próstata entera, con las secuelas que ello conlleva, podemos curar la enfermedad gracias a un mejor diagnóstico, mejor identificación de las lesiones y opciones de tratamiento focal sin necesidad de extirpar la glándula en su totalidad. La extirpación total la reservaremos para cuando el caso lo precise, como por ejemplo, cuando hay muchos tumores en la misma glándula, un tumor muy grande o un tumor de unas características más agresivas", apunta.
El Dr. Pereira subraya que el tratamiento focal es un tratamiento "más conservador y que permite evitar varios de los efectos secundarios que tiene la extirpación total de la próstata". Entre los beneficios del tratamiento focal, el urólogo destaca que "se puede llevar a cabo sin anestesia total, con un procedimiento ambulatorio, permite tratar la glándula prostática de diversas maneras (crioterapia, ultrasonidos enfocados de alta intensidad, etc.), con procedimientos guiados por imagen que aumentan su precisión y el paciente suele volver a su casa en un plazo de 24 o 48 horas. Todo se resume en que, de este modo, podemos tratar el tumor, y no la próstata", concluye.