La adicción comportamental es una pauta de conducta compulsiva que no está relacionada con la ingesta de sustancias químicas y que se convierte en repetitiva y problemática para un individuo, desarrollando, respecto a esa conducta, un cuadro clínico similar a una adicción a sustancias como el alcohol o las drogas.
Los expertos reunidos en las 20 Jornadas Nacionales de Patología Dual de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), han señalado que más del 60% de las personas que podrían diagnosticarse de adicción comportamental presentan trastornos mentales, especialmente: depresión, ansiedad, trastorno por déficit de atención y trastorno obsesivo compulsivo. Si se incluyeran rasgos de personalidad anómalos, este porcentaje llegaría al 100%. Además, es muy frecuente la comorbilidad de la dependencia a tabaco y al alcohol.
Un hecho a destacar es la progresiva aparición de "nativos digitales", ya que aumenta el riesgo de sufrir algunas adicciones comportamentales. Según el Dr. Francisco Ferre Navarrete, jefe de servicio de psiquiatría del hospital Gregorio Marañón Madrid y miembro de la Junta Directiva de la SEPD: "Su incidencia varía mucho según la adicción comportamental y la edad, pero esta cifra se dobla en adolescentes, especialmente si se trata de apuestas online, videojuegos y en redes sociales". "En España el caso más preocupante sería el juego online de apuestas deportivas en personas jóvenes", ha señalado el especialista.
Para el Dr. Ferre: "El uso de la tecnología e Internet no pueden calificarse de conductas propias de un trastorno mental ya que forman parte necesaria de la vida diaria y del trabajo de las personas, máxime cuando se vive más como una afición y/o herramienta que como una esclavización".
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) va a incluir la adicción a los videojuegos como trastorno mental en la Clasificación Internacional de Enfermedades pero la SEPD quiere aclarar que solo una minoría de las personas expuestas a comportamientos como el consumo de videojuegos pasará, de su uso excesivo a un comportamiento adictivo. Aseguran que esta nueva categoría diagnóstica supone un tema controvertido a nivel científico.
La SEPD presenta su clasificación clínica de las adicciones comportamentales
Esta Sociedad es consciente de que las adicciones comportamentales son un creciente problema de salud y por eso, ha propuesto una clasificación clínica de estas adicciones, basada en el contenido de la adicción, tal y como ocurre en las adicciones a sustancias. Para ello, se han creado tres categorías, ha señalado el Dr. Ferre: "La primera de ellas engloba un gran grupo de comportamientos mediados por la tecnología (internet y telefonía móvil) que incluyen: el juego online, las redes sociales, la pornoadicción, la compra online, y los videojuegos multijugadores. Otra, donde el elemento somático es el predominante que incluye: la adicción al sexo, al ejercicio y al comer. Y un tercer grupo vinculado a actividades socialmente establecidas: compra compulsiva, dependencia emocional, grupos de sumisión psicológica, etc".
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA)
En el marco de las 20 Jornadas, también se han abordado los trastornos de conducta alimentaria (TCA) desde la perspectiva de la patología dual y desde las dos vertientes: los TCA como factor de riesgo asociado al consumo de sustancias y la transferencia de las adicciones a los TCA.
Según la SEPD, aproximadamente un 35% de las personas que sufren alguna adicción pueden presentar un trastorno alimentario a lo largo de su evolución. En este sentido, "la impulsividad parece ser el hilo conductor común de las adicciones en algunos perfiles de trastornos de alimentación", ha apuntado el Dr. Basurte, miembro de la Junta Directiva de la SEPD y coordinador asistencial de la Clínica de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Hospital Universitario Gregorio Marañon, quien añade que la bulimia nerviosa y los trastornos del control son las dos patologías que más se asocian al consumo de sustancias.
De hecho, el especialista ha afirmado que la edad de inicio de los trastornos de alimentación y los primeros contactos con sustancias se producen en edades semejantes, épocas de alta vulnerabilidad que sustentan su asociación y desarrollo. Por eso, durante la jornada se ha señalado la importancia del diagnóstico preciso y el tratamiento eficaz temprano para abordar estos trastornos. "Debemos centrarnos en las épocas más vulnerables del neurodesarrollo, entendiendo que éste continúa hasta el principio de la vida adulta y focalizar la atención a las personas que sabemos van a presentar una mayor vulnerabilidad por los factores de riesgo ya identificados", ha explicado el especialista.
En este sentido, el Dr. Basurte ha resaltado: "En un estudio realizado recientemente en el Hospital Gregorio Marañón, comprobamos que el presentar un trastorno de conducta alimentaria se asociaba a un riesgo aumentado de adicciones comportamentales como son las compras, juego, sexo, ejercicio y atracones, además de mayor sintomatología de dependencia emocional y sumisión. Esto hace a este perfil de pacientes especialmente vulnerables a presentar adicciones comportamentales".