Muelas del juicio, ¿cuándo es necesario extraerlas?

Suelen aparecer entre los 16 y los 20 años aunque, a veces, no salen nunca
Su extracción es necesaria si, por falta de espacio, erupcionan total o parcialmente dentro de la encía o empujan piezas adyacentes
La extracción de estas muelas, las cordales, es una de las intervenciones más habituales en cirugía oral y maxilofacial

El ser humano ha evolucionado a una velocidad mayor que su estructura dental. Con el paso del tiempo, nuestros maxilares se han reducido de acuerdo a las necesidades y hábitos. No así nuestra estructura dental, que mantiene el mismo número de dientes. Eso hace que las denominadas muelas del juicio, las últimas en aparecer, se queden muchas veces sin espacio, erupcionando total o parcialmente dentro de la encía (muelas ‘incluidas'). Cuando sucede esto o cuando, aún teniendo espacio, se detecta dolor o infección, hay que proceder a su extracción. La extracción de los cordales es una de las intervenciones más habituales en cirugía oral y maxilofacial y su complejidad depende del grado de inclusión en el hueso.

Cuando salen sin espacio, las muelas del juicio pueden empujar al resto de piezas, provocar apiñamientos y generar, en el medio plazo, problemas muy graves de salud bucodental que harán necesarios tratamientos de ortodoncia.  Por ello, la doctora Patricia Zubeldia, odontóloga responsable de la Dirección Médico-Asistencial de Sanitas Dental, recomienda "resolver el problema antes de que se produzca y extraer la muela ‘incluida' en cuanto se detecte su aparición".

En el caso de que las muelas del juicio erupcionen correctamente porque tengan espacio suficiente en la boca, la experta plantea su extracción solo en los casos en los que provoquen sintomatología, como dolor agudo o infecciones de repetición, o si se encuentra algún signo radiológico patológico, como quiste o reabsorción de raíces de otras piezas.

Otra indicación habitual de extracción de estas muelas es en el caso de realización de ortodoncias, con el fin de prevenir el posterior movimiento de las piezas una vez colocada. Algunos expertos, apuestan incluso por la extracción de los cordales asintomáticos con fines preventivos.

Extracción de cordales y recuperación

Los profesionales mejor cualificados para la valoración y realización de exodoncias son los cirujanos orales y los cirujanos maxilofaciales.  La extracción de las muelas del juicio es una de las intervenciones más habituales en estas consultas. Su complejidad, riesgos y recuperación dependerán del grado de inclusión de la pieza dentro del hueso y de la relación de las raíces con el nervio dentario inferior en el caso de la mandíbula y con el seno maxilar en el caso del maxilar. Realizada en edades jóvenes, cuando las raíces no están completamente formadas y el hueso es más elástico, la extracción es más sencilla.

Según explica la doctora Zubeldia existen tres tipos de cirugías para su extracción, en función del estado de los cordales:

  • Simple: la muela aparece externamente y el cirujano puede extraerla fácilmente. Se trata de una operación sencilla que, a veces, ni siquiera requiere poner puntos.
  • Extracción cordal con semicirugía: parte de la muela ha erupcionado, pero es necesario ayudar con microcirugía a la parte que aún está tapada por la encía.
  • Extracción con cirugía: la pieza dental está totalmente dentro de la encía y anclada generalmente en el hueso, por lo que es necesario la realización de cirugía para extraerla.

La experta advierte de que la recuperación puede ser molesta y recomienda en todo momento seguir estrictamente las pautas post quirúrgicas fijadas por el cirujano.

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