Nueva guía para ayudar a las empresas a incorporar a personas con problemas de salud mental

El 3% de la población, es decir, 1,4 millones de personas en España, tiene problemas de salud mental graves

La Fundación Adecco ha presentado la guía ilustrada, "Entrevistar bien, adaptar mejor: una ruta hacia la inclusión", un manual cuyo objetivo es ser la linterna que ilumine a las empresas en su camino hacia la incorporación de personas con problemas de salud mental y/o discapacidad psicosocial, una de las más estigmatizadas hoy en día.

Esta guía se presenta en un contexto en el que el 3% de la población, es decir, 1,4 millones de personas en España, tiene problemas de salud mental graves, con un grado variable de discapacidad psicosocial, de los cuales 340.000 están en edad de trabajar, pero afrontan un fuerte estigma que merma exponencialmente sus oportunidades profesionales.

"El desconocimiento, los miedos y la falta de experiencias previas lastran el acceso al empleo de las personas con discapacidad psicosocial, siendo la que afronta los mayores niveles de desempleo, pobreza y precariedad. Esta guía nace como respuesta la necesidad de frenar esta exclusión tendiendo puentes con las empresas y ayudándolas a crear caminos sostenibles hacia la inclusión. Somos conscientes de que se trata de una ruta aún inexplorada y que puede resultar especialmente compleja, debido a los estigmas que aún imperan en el pensamiento colectivo, pero puede ser apasionante si empezamos a caminar juntos, encontrando soluciones y visiones comunes que sirvan de punto de partida para avanzar. El objetivo de esta guía es precisamente inspirar a las compañías a través de ideas, experiencias, consejos y buenas prácticas que les ayuden a diseñar su propia ruta hacia la inclusión", destaca Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.

Un recurso transversal enmarcado en cuatro grandes pilares

La guía es fruto de un intenso trabajado coordinado por la Fundación Adecco y que se ha apoyado en cuatro pilares fundamentales:  el informe de salud mental y empleo desarrollado por la entidad en 2021, 7 focus group en los que han participado 29 personas de diferentes empresas, un "consejo de sabios" formado por asociaciones que trabajan estrechamente con personas con problemas de salud mental.

"La inclusión de personas con discapacidad psicosocial constituye un reto mayúsculo que exige la acción coordinada de todos los actores sociales. Es por ello que hemos implicado a empresas y a entidades expertas en salud mental, nutriéndonos de su conocimiento y contrastándolo con nuestra experiencia en la atención a personas con discapacidad psicosocial que buscan trabajo. Existe una creciente sensibilidad y eso es positivo, pero el camino por recorrer aún es inmenso. Confiamos en que esta guía sirva para acelerar el trayecto y que dentro de unos años este tipo de iniciativas ya no sean necesarias", ha explicado Jordi Navarro, especialista en inclusión laboral de personas con discapacidad psicosocial.

Claves para la inclusión laboral de las personas con diagnóstico de salud mental

Algunas pautas para impulsar la contratación de personas con discapacidad psicosocial, y que aparecen desarrolladas en la guía, son las siguientes:

  • Sensibilizar a la plantilla, empezando por el Comité de Dirección. El desconocimiento y la indiferencia conducen a ideas negativas y estereotipadas sobre la salud mental, que construyen una barrera para la contratación de estos profesionales. La idea es deshacerse de las ideas preconcebidas sobre las personas con problemas de salud mental (baja productividad, escasa autonomía, conflictividad o empeoramiento del clima laboral), que no se basan en hechos objetivos, sino en sesgos inconscientes
  • No asociar un diagnóstico a las capacidades de una persona. Una esquizofrenia, una depresión o un trastorno de la personalidad no merman el talento ni las competencias de un profesional. En este sentido es importante no caer en generalizaciones ni en valoraciones absolutistas sobre la salud mental (un diagnóstico no hace que dos personas sean iguales entre sí)
  • No encasillar a las personas con diagnóstico de salud mental en un tipo de empleo concreto. Es cierto que el trabajo puede tener una influencia en la salud mental dependiendo del nivel de estrés que pueda generar, pero no hay posiciones específicas para alguien que haya pasado por problemas de salud mental: todo depende de su formación, preparación, valores y actitudes
  • No presuponer que las personas con problemas de salud mental no tienen margen de recuperación. Está demostrado que el apoyo del entorno es fundamental, tanto desde el punto de vista clínico como desde la perspectiva del acompañamiento social. Además de la medicación, existen otro tipo de recursos que ayudan a la recuperación de la salud mental como el entrenamiento de las soft skills o el acceso al empleo, en el que la persona se siente realizada y amplía su círculo social. Es más: el empleo, cuando se desempeña en unas condiciones favorables, protege la salud mental de las personas, previene las patologías mentales y tiene un valor terapéutico y estabilizador
  • En las entrevistas de trabajo, no realizar preguntas que cuestionen la valía del trabajador debido a su discapacidad psicosocial. Por ejemplo qué medicación toma o si ha tenido ingresos hospitalarios. Estas preguntas generan una gran distancia con la persona entrevistada y perpetúan el estereotipo. En otras palabras, no debe formularse ninguna pregunta que no esté relacionada con el desempeño
  • Compartir experiencias exitosas de inclusión laboral de personas con discapacidad psicosocial para ayudar a derribar los citados estereotipos y favorecer que las buenas prácticas sean extensibles a otros departamentos y organizaciones

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