Un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han editado una guía con el objetivo de apoyar a los padres en el proceso educativo de los más pequeños hacia la edad adulta.
La guía titulada La pirámide del estilo de vida saludable para niños y adolescentes aboga por inculcar desde la infancia el interés por la actividad física, para lograr el equilibrio energético necesario (entre energía ingerida y gastada) que proteja a los más pequeños del sobrepeso y la obesidad.
La publicación está especialmente dirigida a padres con niños de entre 6 y 18 años. Establece una serie de pautas adaptadas a la creación de hábitos saludables (de 6 a 9 años), su consolidación (de 10 a 13 años) y mantenimiento (de 14 a 18 años).
Durante la etapa de creación de hábitos saludables (de 6 a 9 años) es recomendable que la actividad física se realice principalmente a través de juegos, aumentando su práctica paulatinamente. A estas edades los padres deben ir introduciendo progresivamente nuevos alimentos y creando el hábito de distribuir la alimentación diaria en cinco comidas.
En la etapa de consolidación de hábitos (de 10 a 13 años) es importante que los niños prueben varios deportes y elijan el que más les guste, para lograr que la práctica deportiva sea una actividad estimulante, que favorezca el mantenimiento de este hábito en la adolescencia y en la edad adulta ya que la práctica de deportiva proporciona muchos beneficios para la salud, como mejorar la calidad del sueño o ayudar al desarrollo de habilidades sociales.
En la fase final de mantenimiento de los hábitos saludables (de 14 a 18 años) se deben reforzar los hábitos adquiridos para prevenir a su vez la adopción de hábitos nocivos como el tabaco y el alcohol.