La Fundación de los Institutos Nacionales de Salud (FNIH) de Estados Unidos y Bioibérica Farma han firmado un acuerdo de colaboración científica para impulsar la investigación de biomarcadores en artrosis.
El principal reto es investigar y validar múltiples marcadores bioquímicos (sangre y orina) y de imagen para diagnosticar la artrosis de rodilla antes de que se manifieste, detectar el perfil de los pacientes con peor pronóstico, predecir la evolución de la enfermedad y medir la eficacia de los tratamientos. El proyecto se llevará a cabo en los próximos dos años y medio por un equipo internacional de científicos y médicos expertos en artrosis.
La artrosis es una enfermedad crónica, degenerativa e inflamatoria que afecta a las articulaciones. Provoca pérdida de cartílago, inflamación de la membrana sinovial y remodelación del hueso subcondral. Esta patología puede afectar a personas de cualquier edad y es una de las principales causas de incapacidad en adultos. Los principales síntomas de la enfermedad son el dolor y la incapacidad funcional.
En los próximos años se prevé que se pueda duplicar el número de pacientes que sufren artrosis debido al envejecimiento de la población, la práctica intensiva de deporte y la obesidad.
Uno de los principales problemas en la actualidad es que su detección precoz es difícil precisamente por la falta de biomarcadores que puedan evaluar su aparición y progresión. Por ello, según explica el reumatólogo David Hunter, profesor de la Universidad de Sídney, "este proyecto tiene un potencial increíble. Si mejoramos nuestra capacidad para predecir y controlar la progresión de la artrosis, podremos intervenir antes y mejorar la calidad de vida del paciente. Los biomarcadores que identifiquemos pueden servir para categorizar a los pacientes según el riesgo de padecer artrosis, medir la progresión clínica de la enfermedad y desarrollar nuevos tratamientos que frenen su evolución".