Más de 300 médicos pertenecientes a la Sociedad Española de Sueño (SES) y otras sociedades científicas se reunirán en Santander durante la XXV Reunión Anual de la SES para analizar y debatir sobre el diagnóstico y tratamiento de las diferentes patologías relacionadas con el sueño. El Congreso, que se celebra entre el 20 y el 22 de abril, se enfocará, entre otras cuestiones, en los trastornos del sueño que afectan a las mujeres durante el embarazo, y a los niños y adolescentes; así como a la relación entre los desórdenes el sueño y los problemas cardiovasculares.
Aumento del riesgo de complicaciones durante el parto y postparto
Según una encuesta realizada por The National Sleep Foundation, el 78 % de las mujeres embarazadas presentan algún problema relacionado con el sueño, mientras que el 98 % presenta despertares nocturnos. Estudios recientes han demostrado, asimismo, que las alteraciones en la calidad ó en la cantidad del sueño durante el embarazo no sólo empeoran la calidad de vida de la mujer embarazada, sino que, además, aumentan el riesgo de complicaciones durante el parto y en el postparto (partos prolongados, depresión postparto, prematuridad y bajo peso del bebé).
El insomnio, el principal trastorno de sueño durante el embarazo, se asocia fundamentalmente al tercer trimestre. Sin embargo, puede aparecer en cualquier momento de la gestación. Tal como explica la Dra. Marta Moraleda, miembro de la Sociedad Española de Sueño (SES). "la fisiopatología del insomnio durante este período de la vida es compleja dado que son muchos los factores que pueden influir negativamente en el sueño: molestias gastrointestinales como vómitos ó reflujo gastrointestinal, aumento de la frecuencia urinaria durante la noche, ó los cambios en la función respiratoria debido a la elevación del diafragma son algunos de los factores que influyen en la calidad del sueño durante el embarazo". La Doctora Moraleda destaca que, además, "la presencia de otros trastornos de sueño asociados, como son el síndrome de piernas inquietas ó la apnea obstructiva del sueño, también pueden agravar la sintomatología relacionada con el insomnio en este período de la vida".
Para enfrentar estas dificultades en el sueño, los especialistas recomiendan hábitos de sueño saludables durante el embarazo y el postparto. Las principales recomendaciones son evitar comidas copiosas ó de difícil digestión especialmente por la noche, aumentar la frecuencia de las comidas durante el día para evitar las nauseas, realizar ejercicio moderado, utilizar almohadas especiales, realizar siestas durante el día, utilizar métodos de relajación, y evitar dormir en decúbito supino durante períodos de tiempo prolongados.
Por todo ello, la Dra. Moraleda considera que el conocimiento de las características específicas de los trastornos de sueño en la mujer embarazada por parte de los diferentes especialistas del ámbito sanitario encargados de la evaluación y el seguimiento de la mujer embarazada es importante para mejorar no sólo la calidad de vida en este período de la vida, sino el de generaciones futuras.
Documento "Consenso Nacional del insomnio infantil"
Durante el Congreso de la SES se presentará el documento "Consenso Nacional del insomnio infantil", que ha sido elaborado de manera conjunta por 6 sociedades científicas: Sociedad Española de Sueño (SES), Asociación Española de Pediatría (AEP), Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y AP (SEPEAP), Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA), Sociedad de Psiquiatría Infantil (SPI), y Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP). Según los últimos datos disponibles, el insomnio que afecta al 30 % de los menores de 5 años.
El documento es una revisión sistemática de la literatura del insomnio infantil y proporciona las pautas a seguir para el manejo del insomnio. Tal como explica la Dra. María José Jurado, coordinadora del Grupo Pediátrico de la SES, "el insomnio infantil debe abordarse desde la asistencia primaria y derivarse a unidades de sueño cuando haya sospecha de que existen trastornos primarios como la apnea o el síndrome de piernas inquietas".
La Dra. Jurado destaca que el principal mecanismo para prevenir y tratar el insomnio en niños y adolescentes es la terapia cognitivo-conductual. Se trata de "enseñar tanto a los niños como a los padres estrategias que ayuden a favorecer conductas adecuadas relacionadas con un buen sueño". Entre estas estrategias, una de las principales es establecer unos hábitos y rutinas estables como mantener unos horarios regulares, evitar el exceso de luz a la hora de acostarse, mantener una actividad estimulante y estar expuesto a la luz durante el día. El establecimiento de estos hábitos de sueño y rutinas es lo que se relaciona de manera más significativa con una mejor conciliación del sueño, menos despertares nocturnos y un incremento de la duración del sueño en los niños.
El documento recuerda que aplicar estos hábitos es especialmente importante en la adolescencia, ya que, en la pubertad se produce un retraso fisiológico de la liberación de la melatonina que, junto a cuestiones como una mayor autonomía, una mayor exigencia académica y a un uso inadecuado de los dispositivos electrónicos, contribuye a que los adolescentes desarrollen patrones de sueño irregulares. "Por ejemplo -destaca la Dra. Jurado- la luz que emiten dispositivos como los teléfonos móviles contribuye a que se retrase aún más la liberación de la melatonina y los jóvenes se duerman más tarde".