Antes de que comience el colegio, es importante que los niños y jóvenes se realicen pruebas médicas completas para comprobar que están en perfectas condiciones para la vuelta a las aulas.
Durante las vacaciones los oídos se ven expuestos a continuos baños con la entrada de agua y arena en el oído, cambios de presión por los viajes en avión y la práctica de deportes como el submarinismo, exposición al ruido excesivo de conciertos, petardos y fuegos artificiales, o el abuso en el volumen de los auriculares. Todo ello hace que los oídos sufran y se incrementan la posibilidad de patologías auditivas como la otitis.
Este tipo de enfermedad se puede agravar si no son tratadas correctamente. Una hipoacusia de leve a moderada no diagnosticada a tiempo puede generar severos problemas como trastornos del vocabulario, problemas de dicción y dificultar el aprendizaje. Todo esto puede prevenirse acudiendo a revisión al otorrino que determinará el tratamiento a seguir en caso de que fuera necesario. De esta forma, se podrá afrontar el curso en las mejores condiciones.
Si además el niño tiene problemas de audición, la asociación CLAVE atención a la deficiencia auditiva (www.oiresclave.org) aconseja a los padres que programen una revisión audiológica, audioprotésica y también del sistema de FM para que su hijo inicie el curso en las mejores condiciones acústicas posibles.