Las personas que padecen un insomnio crónico de tienen un mayor riesgo de desarrollar síntomas psiquiátricos como depresión o ansiedad o, incluso, una mayor probabilidad de aparición de determinados trastornos mentales. Los trastornos del sueño presentan una estrecha relación con la enfermedad mental y entre ellos especialmente el insomnio. Se estima que hasta un 15% de la población adulta presenta insomnio.
Estas afirmaciones han sido realizadas por la Dra. Carmen Martín, psiquiatra del Hospital Santiago de Vitoria, durante un taller sobre trastornos del sueño y salud mental realizado durante la XXI Reunión de la Sociedad Vasco-Navarra de Psiquiatría que se ha celebrado en Vitoria. En su intervención, la experta psiquiatra ha puesto como punto de partida que el insomnio no es dormir mal una noche o no dormir, sino que es la dificultad de conciliación y/o mantenimiento del sueño y/o producción de sueño no reparador que se mantiene a lo largo del tiempo y que repercute en la funcionalidad del día a día.
En este contexto, la especialista ha destacado que "las personas que padecen un insomnio crónico presentan con mayor frecuencia dificultad en la gestión emocional, niveles de ansiedad más elevados y peor nivel de salud autopercibido, al tiempo que también tienen alterada la capacidad de atención y la velocidad de procesamiento".
"Estos síntomas mentales pueden causar problemas para mantener una atención plena en el trabajo o en una conversación a nivel social y se relacionan con un mayor riesgo de desarrollo de determinados trastornos mentales. Es muy importante dedicar un tiempo en nuestro día a día al cuidado del sueño y abordar los casos de insomnio crónico de manera específica ya que a largo plazo éste puede constituir un generador de malestar o disconfort a nivel mental", ha subrayado la Dra. Martín.
Así, la psiquiatra experta ha evidenciado que la presencia del insomnio crónico "está descrita como un elemento que de forma independiente actúa en detrimento de la calidad de vida global de las personas y a nivel físico por ejemplo favorece el desarrollo de patologías cardiacas a través de un aumento de la inflamación. En relación a la salud mental, está ampliamente descrita su influencia en la capacidad de gestión emocional, del nivel de la ansiedad en el día a día, funcionamiento cognitivo, social y laboral".
"Hay evidencia científica acerca de la relación entre insomnio y sintomatología afectiva, niveles de ansiedad, consumo de sustancias y suicidio". "Existe una visión tradicional que considera el insomnio como una consecuencia o un síntoma de los trastornos mentales, pero se hace necesario en la actualidad enfatizar en la visión del insomnio como potencial predisponente del desarrollo de entidades psiquiátricas", ha agregado.
Por último, la especialista ha explicado que el insomnio es un trastorno de sueño que es "muy frecuente y tratable y que algunas de las técnicas terapéuticas más eficaces no son farmacológicas". "Uno de los tratamientos estrella para el insomnio es la terapia cognitivo conductual que parte de mantener unos hábitos de vida saludables y una serie de técnicas que organizan el día a día de forma reglada y abordan los aspectos psicológicos asociados al insomnio".
"Cuidando nuestro sueño, con calidad de vida, consiguiendo un tiempo de desconexión adecuado para cuando llegue la noche, hacer deporte, mantener una alimentación saludable y no cenar copiosamente son pautas que ayudan a tratar el insomnio y por consiguiente a promover nuestra salud mental", ha concluido la experta.