La Asociación de Enfermos y Trasplantados de Corazón y Pulmón de Euskadi (ATCORE) quiere poner de relieve la importancia de los programas de Donación y Trasplante de Órganos, con motivo del 55 aniversario del Primer Trasplante de Corazón. El próximo 3 de diciembre se celebra el 55 aniversario del primer trasplante de corazón que fue realizado por Christian Neethling Bernard en África. La donante fue Dénise Darvall, de 25 años y que falleció al ser atropellada, y el receptor fue Louis Washkansky, de 56 años, que padecía problemas cardiacos. La intervención duró en torno a nueve horas.
En este contexto, desde ATCORE destacan que "si bien la actividad de estos programas se ha ido recuperando de forma progresiva después de las fases críticas de la pandemia, no se debe olvidar que para muchas personas enfermas encontrar un donante puede ser la única opción para evitar la muerte o mejorar su calidad de vida".
De esta forma su presidente, José Antonio Arteaga, subraya que "no se debe olvidar que para algunos enfermos encontrar un donante puede ser la única opción para evitar la muerte o mejorar su calidad de vida. La COVID-19 ha tenido un importante impacto en los programas de donación y trasplantes. El programa se ha ido recuperando de forma lenta y progresiva hasta alcanzar niveles aproximados a los del año 2019, aunque queda camino por recorrer".
En este contexto, ha afirmado que "ya es el momento de que la población mire hacia otras enfermedades y problemas sanitarios que también necesitan de una respuesta".
"Agradecemos siempre, y queremos hacerlo de nuevo, a la población de Euskadi su gran implicación, como demuestran los más de 2.500 trasplantes que se han realizado en los últimos diez años, pero queremos pedirles que no se olviden de nosotros y que vuelven a mantener los esfuerzos. Euskadi registró el año pasado una tasa de 65 donantes por millón de habitantes (pmp). Esos datos consolidan la ratio superior a 60 donantes pmp del último lustro y nos mantiene a la vanguardia internacional, pero tenemos que seguir así", subrayan desde la mencionada organización.
En este sentido, Arteaga ha destacado que "las personas que pueden recibir un trasplante son aquellas con algún daño irreversible en alguno de sus órganos que no puede ser subsanado a través de ningún tratamiento médico. Para estas personas, encontrar un donante es la única opción para evitar la muerte o mejorar su calidad de vida. En este punto, el compromiso con la donación de la ciudadanía es clave, ya que los trasplantes provenientes de un familiar directo no siempre son posibles".