"Si tu hijo lleva audífonos solamente cuatro horas al día, tardará seis años en acumular la experiencia de escucha que adquiere un niño con audición normal en un año".
Oír bien es crucial para el desarrollo de cualquier niño. Un niño con una pérdida auditiva no tratada tiene dificultades a la hora de aprender a hablar o leer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra el próximo 3 de marzo el Día Mundial de la Audición centrándose en la pérdida auditiva infantil y en la importancia de identificarla lo antes posible. Oticon y la Fundación Oticon respaldan el mensaje de la OMS de pasar a la acción y su compromiso de crear un futuro mejor para cada niño con pérdida auditiva.
"Cuando los padres se dan cuenta de que su hijo sufre una pérdida auditiva, es un shock" comenta Heine Højvang Andersen, Director de Power&Paediatrics de Oticon. "Se preocupan por el impacto que puede tener en la educación y la vida de su hijo. La pérdida auditiva es algo serio, ya que dificulta el aprendizaje del lenguaje y otras muchas cosas que necesitan aprender mientras crecen. Es fundamental que la pérdida auditiva infantil se diagnostique lo antes posible. Oticon ha trabajado durante más de 100 años para hacer que la vida de cada niño con pérdida auditiva sea mucho mejor, por ello, para nosotros cobra especial importancia que la OMS transmita este mensaje de actuar ante la pérdida auditiva infantil".
Para desarrollar las habilidades del lenguaje hablado, un niño necesita acceder al mayor número de detalles del habla. En un niño con una pérdida auditiva no tratada, el desarrollo del lenguaje sufre un retraso. No solo es difícil aprender el lenguaje, estos niños también necesitan concentrarse mucho más que uno con una audición normal. Esto se traduce en un mayor desgaste mental y cognitivo a lo largo del día que les impide utilizar esa energía para aprender cosas nuevas.
La comprensión del habla tiene lugar en el cerebro. Los oídos reciben los sonidos y los envían al cerebro que es quien los procesa y les da significado. El cerebro de cada niño está preparado para estimularse con sonidos. Además, las redes neuronales del cerebro son especialmente sensibles a la estimulación durante los 3 primeros años. Cuánto mayor número de sonidos oiga el niño durante estos primeros años, mejor serán su lenguaje y su habla y tendrá un mayor desarrollo de las habilidades sociales. Cuanto antes se descubra la pérdida auditiva y comience el tratamiento, mucho mejor. Por esto es tan importante el mensaje de la OMS de actuar lo antes posible.