Un estudio, realizado en Taiwán y publicado en Pediatric Allergy and Immunology, apoya la teoría de que los niños que reciben una lactancia prolongada tienen mayor riesgo de desarrollar una dermatitis atópica. El estudio comparaba la diferencia de incidencia de esta enfermedad según los niños recibieran lactancia o alimentos sólidos.
Hasta ahora los pediatras han apoyado la lactancia materna como medida preventiva para impedir el desarrollo de este tipo de eczema de tipo hereditario, pero las conclusiones a las que ha llegado el equipo de Chao-Hua Chuang, de la Chang Jung Christian University y otras instituciones de Taiwán, tras analizar los datos obtenidos de un estudio pediátrico en curso en la isla, han sido asombrosas.
Tras considerar todos los factores de riesgo potenciales para desarrollar esta patología, como la presencia de alergias en los padres y la presencia de mascotas, humedad y humo de cigarrillo en el hogar de los bebés estudiados, el grupo de científicos concluyó que la lactancia materna prolongada no protegía a los niños de la enfermedad sino que los exponía a un mayor riesgo de desarrollarla.
Sin embargo, es necesario realizar estudios más completos pues no se pueden desestimar los beneficios de la lactancia materna por un estudio aislado.