Según alertan los expertos del Instituto Varilux, los rayos UV son peligrosos y dañan los ojos y la piel, en especial la piel que rodea los ojos, siendo los órganos más dañados por la radiación UV. Por ello, recomiendan proteger durante todo el año los ojos con una lente que actúe tanto por la cara externa como por la interna y que cuente con factor de protección solar para los ojos.
En invierno también se deben proteger los ojos del sol
Este factor es un nuevo índice que certifica el nivel real de protección UV proporcionado por la lente. Al igual que el índice utilizado para valorar la eficacia de las cremas solares, cuanto mayor sea el índice, mayor será el nivel de protección.
Las personas que practican deporte al aire libre deben proteger de forma especial los ojos del sol durante el invierno, sobre todo si la actividad física se realiza en la montaña, puesto que la nieve y el hielo reflejan cerca del 80 % de la luz solar y la altura aumenta la proporción de rayos ultravioleta y, por tanto, el riesgo de sufrir una queratitis solar.
Por otro lado, en los niños también hay que extremar la precaución, ya que son más vulnerables a los rayos UV. Su cristalino absorbe hasta seis veces más radiación UV y su exposición anual es tres veces superior a la de los adultos ya que pasan más tiempo al aire libre. Además, la pupila de los niños es más grande y su cristalino más claro, por lo que no son tan capaces de filtrar los rayos UV y absorben la radiación dañina.