Según un estudio de la Universidad de Louisville (Estados Unidos), el uso del perfil de temperatura de la sangre de una persona (el termograma de plasma) puede utilizarse como un indicador de la presencia o ausencia de cáncer cervical, incluso la etapa en la que está presente el tumor.
Nueva prueba para detectar el cáncer cervical
El termograma de plasma se realiza derritiendo una muestra de plasma sanguíneo para producir una firma única que indica el estado de salud del paciente. Por tanto, es una prueba menos intrusiva.
Esta firma representa las proteínas principales en el plasma sanguíneo, medidos por calorimetría diferencial de barrido. Según los responsables del estudio, el perfil del termograma de plasma varía cuando un paciente tiene o no la patología.
Los investigadores creen, por tanto, que las moléculas asociadas a la presencia de la patología, llamados biomarcadores, pueden afectar el termograma de un paciente con patología cervical.