El neumotórax se produce cuando aparecen fugas de aire en el espacio entre los pulmones y las pleuras, que son los recubrimientos membranosos de los pulmones. Este aire que sale del pulmón hace que colapse.
"La causa más frecuente de esta afección es la rotura de pequeños quistes pulmonares. Los neumotórax son más frecuentes en personas jóvenes y delgada, pero también pueden aparecer como consecuencia de la complicación de enfermedades respiratorias (típicamente el enfisema). También se pueden producir fugas de aire debido a lesiones externas como un fuerte impacto o una fractura de costillas que cause la descompresión del pulmón –como la rotura de costillas- o ser una complicación de diversos procedimientos diagnósticos o quirúrgicos", explica el Dr. José María Echave, jefe del servicio de Neumología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y del Hospital Quirónsalud San Camilo.
"Los pacientes que sufren un neumotórax sufren el colapso de un pulmón que se manifiesta con una dificultad respiratoria y un dolor intenso en el área del tórax donde se encuentra el pulmón afectado. Estos síntomas se producen entre en un 80 a 90 por ciento de los afectados. Existen algunos casos que el neumotórax no causa estos síntomas".
El tratamiento del neumotórax busca que el pulmón se expanda de nuevo. Según el tipo de neumotórax será diferente. Si la pérdida de aire es pequeña se suele recomendar reposo. Si es de mayor tamaño será necesario el drenaje de la cavidad pleural.
En opinión del Dr. Echave, el diagnóstico del neumotórax es eminentemente radiológico. El paciente suele acudir a consulta con dolor torácico y dificultad para respirar. Es conveniente realizar una radiografía en espiración para diferenciarlo de otras entidades. En casos más graves es necesario someter al paciente a cirugía que restablezca la funcionalidad del pulmón afectado.