Sanitas Residencial y CEAFA editan un libro con consejos saludables para los cuidadores de personas dependientes

Sanitas Residencial, en colaboración con la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzhéimer y otras Demencias (CEAFA), ha editado el manual El cuidado para los que cuidan, que recoge consejos saludables dirigidos específicamente a los cuidadores de personas dependientes.

 

Cuidar a una persona dependiente requiere de mucha fortaleza mental, física y emocional

Cuidar a una persona dependiente puede ser una labor gratificante pero requiere de mucha fortaleza mental, física y emocional. Con el paso del tiempo, este tipo de situaciones pueden llegar a perjudicar gravemente la salud del cuidador tanto a nivel físico como psicológico.

La publicación incluye información, herramientas, apoyo y asesoramiento de expertos de Sanitas Residencial para ayudar a los cuidadores no profesionales a tener más energía y autoestima a la hora de atender a sus familiares.

Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los cuidadores es el estrés. El primer paso para lidiar con el estrés es detectar qué es lo que hace sentir a la persona estresada. Después, es importante poner en práctica consejos como descansar cinco minutos cuando la persona esté en una situación de estrés, evitar sentimientos de culpa, resentimiento, desesperanza o rabia, planificar un tiempo para el propio cuidador o mantener una mente positiva sin pensar en las cosas que están fuera del control del cuidador.

Además, cuando una persona tiene que cuidar a una persona dependiente es fundamental que lleve una dieta equilibrada con la que logre todos los nutrientes necesarios para que el cuidador se sienta menos cansado y mejore su bienestar general.

Las personas que cuidan a dependientes, por norma general, no suelen tener tiempo para realizar actividades físicas. Sin embargo, siempre es posible incluir en el día a día acciones con las que se motive la movilidad y la persona pueda mantenerse en forma. Se trata de convertir las tareas diarias en un entrenamiento y así hacer trabajar los músculos del cuerpo y el corazón.

Por último es importante el descanso. Para lograr conciliar el sueño se pueden realizar pequeños cambios en la habitación tales como asegurarse de que el colchón sea cómodo y eliminar las distracciones como los televisores y ordenadores, al mismo tiempo que establecer una rutina regular en la que la persona se acueste siempre a la misma hora, priorizar una siesta de veinte minutos o realizar antes ejercicios de relajación.

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