Hasta el momento, no se ha descubierto un remedio que active el deseo sexual en la mujer. Los tratamientos que existen en la actualidad funcionan en algunos casos, pero no pueden considerarse la solución ideal a este problema.
Aunque los expertos coinciden en que la terapia sexual puede ser beneficiosa para las mujeres con deseo sexual hipoactivo, parece que los estudios que ha realizado la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos) y la Universidad de Ottawa en Canadá respaldan la utilidad de un medicamento, la flibanserina, que podría devolver el deseo a las mujeres que lo perdieron. El descubrimiento es el resultado de la investigación de un antidepresivo que no resultó tener los efectos esperados, pero que, sin embargo, demostró aumentar la libido en los ensayos realizados.
Según detallan, el producto es un fármaco similar a la Viagra® para las mujeres con deseo sexual disminuido, como lo es la disfunción eréctil en los hombres. Aún sin nombre comercial y pendiente de la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento (EMEA), la flibanserina ha sido desarrollada por Boehringer Ingelheim y podría comercializarse en 2011.
Las investigaciones han reunido los datos de cuatro ensayos clínicos realizados en Estados Unidos, Canadá y Europa, en los que participaron un total de 1.946 mujeres premenopáusicas mayores de 18 años que recibieron de forma aleatoria flibanserina o placebo durante 24 semanas. Las participantes fueron analizadas durante cuatro semanas antes del tratamiento y cuatro semanas después.
Los ensayos midieron los cambios en seis variables sobre las que informaban las mujeres una vez por semana. Incluían el número de encuentros sexuales satisfactorios, una puntuación diaria del deseo, aspectos del funcionamiento sexual femenino, funcionamiento sexual global, alteraciones sexuales y, sobre todo, alteraciones de la libido y del deseo.
Los investigadores concluyeron que el tratamiento con 100 miligramos de flibanserina una vez al día se asociaba con mejoras significativas frente al placebo en el número de encuentro sexuales, el deseo sexual, una reducción en el malestar asociado con la disfunción sexual y el funcionamiento sexual global.