Las características de las enfermedades cardiovasculares son distintas entre hombres y mujeres, y en el caso de la diabetes como uno de los factores de riesgo de las mismas, también. De hecho, como apunta la doctora Almudena Castro, responsable del Grupo de Diabetes de la Sociedad Española de Cardiología y jefa de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital Universitario La Paz, "además de los factores de riesgo clásicos, en la mujer se identifican y acumulan factores diferenciales que multiplican sus posibilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular, como la menopausia y el embarazo". Por eso, la mujer con diabetes tipo 2 es casi diez veces más propensa que los pacientes masculinos a padecer una enfermedad del corazón.
Los datos científicos ya constatan que existen estos rasgos diferenciales entre la mujer y el hombre con diabetes, lo que justifica la necesidad de un abordaje específico en función del género. Y para debatir sobre ello especialistas de toda España en endocrinología y cardiología se reunirán mañana en Madrid en una mesa redonda sobre "Cardio-Diabetes y mujer" que se retransmitirá por streaming a profesionales sanitarios reunidos en otras ciudades españolas. Una jornada que tendrá continuidad en septiembre de este año y marzo del que viene.
El fallo cardíaco, la insuficiencia cardíaca y la muerte cardiovascular son las enfermedades cardiovasculares más prevalentes en la mujer con diabetes. Como recuerda el profesor Esteban Jódar, jefe del Departamento de Endocrinología y Nutrición de los Hospitales Quirón Salud Pozuelo, Ruber Juan Bravo y San José, "la producción de estrógenos desde la menarquía hasta la llegada de la menopausia hace que la mujer esté protegida ante las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, la diabetes hace desaparecer esta protección ya que cuando los niveles de glucosa se descompensan no sólo hay que estar pendiente de la alimentación, sino de muchos otros problemas que pueden aparecer como consecuencia de esa descompensación, como los problemas de corazón".
En España, la diabetes es la cuarta causa de mortalidad entre las mujeres, tan sólo por detrás del grupo de las enfermedades del sistema circulatorio, los tumores y las enfermedades del sistema respiratorio. Asimismo, datos del estudio Di@bet.es, realizado por el Centro de Investigación en Red sobre Diabetes y Enfermedades Metabólicas (CIBERDEM), muestran que en nuestro país, el 29,8% de las mujeres entre 61 y 75 años padece diabetes, porcentaje que en los varones asciende al 42%. Una cifra que asciende a un 41,3% una vez superados los 75 años, frente al 37% de hombres. Mientras que entre los 15 y 34 años hay un 17 por ciento más de mujeres que padece diabetes en relación a la cifra de hombres con esta enfermedad.
Disparidad de género
En cualquier caso, a pesar de que esta patología, que afecta a cerca de 6 millones de personas en España, es más prevalente entre los hombres, las complicaciones de salud son peores para ellas que para ellos. En este sentido, las mujeres tienen un 30% más de posibilidades de sufrir ictus, con el mismo tratamiento; un 154 % más de riesgo de enfermedad coronaria y un 44% más de riesgo de desarrollar enfermedad renal. Además, en diabetes tipo 1, la mortalidad en las mujeres es de un 37% más en comparación con los hombres.
Sin embargo, "a pesar de la importancia del problema de salud que suponen las enfermedades cardiovasculares en la mujer con diabetes, el conocimiento de las características específicas de la presentación clínica, el tratamiento y el pronóstico está poco estudiado, debido en gran parte a la insuficiente presencia de mujeres en los ensayos clínicos", tal y como apunta el profesor Jódar. Estas desigualdades son causadas, en muchas ocasiones, por motivos educacionales, económicos y socioculturales.
Así pues, es una evidencia que la mujer con diabetes tiene un peor pronóstico, que se trata peor, más tarde y que tiene peores resultados. En concreto, la doctora Castro señala que, "esto se debe sobre todo a dos factores. Por un lado, los propios condicionantes metabólicos de la mujer a lo largo de su vida y, por otro, porque la atención sanitaria que recibe está más enfocada a tratar los síntomas que a prevenir estos problemas". En general, tienen una peor calidad de vida, son más resistentes a tratamientos con insulina, sufren más episodios de hipoglucemias y tienen supervivencias más bajas.
Una situación que como los dos expertos subrayan hace que "los profesionales sanitarios debamos minimizar los déficits observados en la atención a la mujer con diabetes, ya que éstos se traducen en peores resultados de salud en múltiples variables como es la enfermedad cardiovascular, la más mortal".
Embarazo y menopausia, la diabetes se complica
Dos de cada cinco mujeres con diabetes están en edad reproductiva y pueden tener más dificultades para concebir. Además, uno de cada siete recién nacidos se ve afectado por la diabetes gestacional (la que surge durante el embarazo). Muchas mujeres con este tipo de diabetes, sufren complicaciones relacionadas con el embarazo como presión arterial alta, bebés con un peso elevado al nacer y partos difíciles. Al respecto la doctora Castro advierte que, "en la mitad de los casos la diabetes gestacional desaparece, pero en la otra mitad la mujer puede desarrollar diabetes tipo 2 entre 5-10 años después del parto. Por otro lado, las mujeres con diabetes tipo 1 corren un mayor riesgo de aborto temprano o malformaciones si su control es inadecuado o no existe".
Cuando llegan a la edad adulta el embarazo complica la diabetes. Según la doctora Castro, "hoy sabemos que la diabetes gestacional genera obesidad, problemas en el propio embarazo como más riesgo de aborto o malformaciones. Y en aquellas mujeres que no están bien tratadas, los niños pueden nacer con mucho peso, lo que eleva el riesgo de que desarrollen obesidad y diabetes".
Y en la etapa de la menopausia el profesor Jódar explica que las mujeres pierden estrógenos, lo que lleva asociado un cambio en la distribución de la grasa corporal, la que está en mamas y caderas empieza a perderse y aumenta la obesidad abdominal. "Es a partir de este momento cuando la mujer es más propensa a tener hipertensión, hiperlipidemia, etc. En definitiva, más factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, pues las mujeres tienen más grasa visceral, más resistencia la insulina".
Por todas estas razones, ambos expertos coinciden en que la mujer debe ser consciente del riesgo cardiovascular añadido que supone ser diabética. "Todos los profesionales sanitarios implicados debemos trabajar conjuntamente para mejorar su diagnóstico, pronóstico y tratamiento y se deben realizar campañas poblacionales formativas y de concienciación".