Desde la antigüedad se viene utilizando la talasoterapia, un método terapéutico que aprovecha los efectos beneficiosos del agua de mar y el clima marítimo para tratar multitud de patologías como enfermedades reumáticas, traumatológicas, dermatológicas y del aparato respiratorio. Todos estos beneficios son los que reciben aquellas personas que deciden pasar sus vacaciones a orillas del mar, disfrutando no sólo de playas paradisiacas o localidades con una amplia oferta de ocio y relax, sino también de las incomparables propiedades y ventajas que aporta el mar y el clima que lo rodea.
El Dr. Jaime García Campos, alergólogo del Hospital Vithas Xanit Internacional, perteneciente al grupo sanitario Vithas, el cual cuenta en España con 19 hospitales y 28 centros monográficos Vithas Salud, afirma que "en los climas costeros las brisas marinas generadas por los cambios de temperaturas entre la tierra y el mar, producen un continuo reciclaje del aire en el litoral, haciendo que este aire sea más puro y con menos carga de contaminantes ambientales y de alérgenos. Esto puede ser especialmente importante para aquellos pacientes con alergia a pólenes y que pueden desarrollar síntomas en pocos minutos u horas ante la exposición a los alérgenos. Respirar un aire más limpio puede ayudar a minimizar la sintomatología".
Por su parte, el agua del mar es una inmensa fuente de moléculas de gran valor en el ámbito sanitario, y de ella podemos aprovechar casi todas sus propiedades naturales. "Los lavados nasales con agua marina están indicados tanto para la higiene habitual como en casos de patología ya sea por rinitis alérgica, rinitis seca, rinosinusitis o poliposis nasosinusal entre otras. Estos lavados consiguen hidratar la mucosa, fluidificar secreciones y eliminar impurezas, patógenos y alérgeno mejorando la congestión nasal. Además, el agua del mar favorece la absorción de oligoelementos marinos a través de la mucosa nasal contribuyendo a mejorar la vibración de los cilios de las células de la superficie, que es como una especie de cepillo que va barriendo y empujando el moco hacia el exterior» explica el doctor García Campos.
En el campo de la dermatología los beneficios también son múltiples. Por ejemplo, los baños en el mar son buenos para la dermatitis atópica ya que el agua marina tiene una composición muy similar a la de nuestro plasma sanguíneo, con múltiples sales minerales, oligoelementos y aminoácidos, que le confieren cualidades antibacterianas y antisépticas, facilitando así la curación de erupciones, abrasiones y heridas menores como las del eccema atópico. Además, «la sal que contiene la arena de la playa le otorga una capacidad exfoliante natural muy importante eliminando fácilmente células dañadas y muertas de nuestra piel" concluye el Dr. Norberto López, Dermatólogo del Hospital Vithas Xanit Internacional.
5 beneficios más del agua del mar para nuestra piel
El Dr. Norberto López establece otros 5 beneficios que el agua del mar aporta a nuestra piel:
- Atesora microorganismos que producen sustancias antibióticas, antimicrobianas y antibacterianas. Por eso, el contacto con el agua salada también tiene propiedades desinfectantes.
- Los minerales del agua de mar como el magnesio, ayudan a hidratar y nutrir la piel. Tienen un efecto reparador.
- La combinación de agua de mar y sol favorece la producción de vitamina D, imprescindible para que la piel tenga vitalidad y más elasticidad. Eso sí, debemos tener mucho cuidado con la sobre exposición solar ya que el agua no protege de la radiación solar, sino al contrario, el agua provoca que te quemes con más facilidad al reflejar las radiaciones.
- En casos de acné, las propiedades antibacterianas de la sal marina y el efecto secante del sol (siempre con protección) favorecen que poco a poco desaparezcan los granitos y los puntos negros.
- El contraste de la temperatura del agua del mar, que suele ser baja, y el movimiento/impacto de las olas en el cuerpo, estimula la circulación, algo que sin duda es muy beneficioso para la salud de la piel.